Torturas y más víctimas se suman a la denuncia por abuso contra el abogado

La chica de 15 años dio detalles sobre prácticas aberrantes a las que habría sido sometida por la pareja de su madre, delante de una de sus hermanas. También contó sobre los intentos de suicidio como escape del infierno

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La declaración de la adolescente de 15 años, a instancias de la denuncia por abuso sexual contra su padrastro, un abogado de la Ciudad especializado en defender a víctimas de violencia familiar y de género, podría mostrar mañana una aberrante trama de torturas que sería difícil de imaginar hasta en el mundo de la ficción literaria.

Ignacio, tío de la menor, motorizó el pedido de intervención judicial luego de que la chica fuera internada en el Hospital de Niños por un intento de suicidio. Según le dijo a este diario ayer, con posterioridad a la presentación de la denuncia, R. (así se identifica a la chica) contó con detalles el infierno en el que vivió durante gran parte de su vida.

El abogado J.E.G, de 60 años, está con su madre desde que ella tenía 2 años. Según su primer testimonio, a fines de octubre, entre los 8 y los 12 sufrió abuso sexual en reiteradas oportunidades. En la denuncia que tramita el fiscal Marcelo Martini (UFI Nº 3) desde el 2 de noviembre, una tía apuntó que en los primeros años de la convivencia entre el denunciado y la madre de la nena era común ver situaciones de violencia verbal y maltrato.

Relato espeluznante

Ahora, R. contó que todo empezó antes, cuando tenía cuatro o cinco años.

“Me hacía entrar en la habitación y me hacía hacerme pis y cuando terminaba me lo hacía tomar. Al otro día de que pasó eso, yo me había servido un plato de arroz y estaba comiendo. Él lleva el plato de arroz al baño, me hace entrar y me hacía comer su mierda con el arroz y si lo vomitaba tenía que comer lo que vomité -sic-”.

Son palabras que, según contó Ignacio, pronunció su sobrina en una grabación que le pidió con el objetivo de aportar a la fiscalía los tormentos que padeció.

Tras la denuncia que presentó Ignacio ante la UFI Nº 3, el fiscal Martini pidió que especialistas de la Justicia le tomen declaración en Cámara Gesell.

Ante psicólogos y en un contexto de privacidad, podrá expresar oficialmente lo que relató en estas últimas horas.

La chica contó que recuerda sucesivos intentos de suicidio desde que tenía 9 años y en un nuevo aporte aclaró que los abusos empezaron antes de lo que se señaló ante la Justicia en la denuncia que abrió el caso: “A los siete me empezó a violar, a tocar mis partes íntimas. Me hacía cosas feas”.

Según sostuvo, fue sometida a prácticas de sexo oral. “Tuve que hacerlo porque me amenazó de que me iba a matar a mí y a mi mamá si no lo hacía”, indicó en la grabación. Según el tío, en una oportunidad presenció todo una de sus medio hermanas.

En otro de los tramos del espeluznante relato que el tío aportará a la Justicia, la menor detalló que “el día de mi cumpleaños número 12 intentó penetrarme, pero yo pude escaparme. Me fui de mi casa”.

Según el denunciante, la madre de la menor estaba al tanto de los delitos sexuales por los que fue denunciada su pareja, con quien tiene otras dos hijas menores.

R. contó que intentó suicidarse en, al menos, nueve oportunidades desde los 10 años

 

“Mi mamá me maltrataba, me enseñaba a los gritos, a los golpes y estaba manipulada por él”, indicó la joven y apuntó que “cuando estaba en quinto grado se lo dije a una psiquiatra o psicóloga del colegio. Ella me creyó. La llamaron y mamá no creyó. Me dijo que estaba loca, me llevó a un psiquiatra. Tomaba siete pastillas por día. Me dormía en clase. Tomaba una pastilla para chicos con epilepsia. También me hacía tomar antidepresivos”.

Frente al infierno que relató, R. habría intentado suicidarse en forma reiterada: “Por lo menos intenté nueve veces. A los 10 intenté clavarme un cuchillo en la panza, a los 11 intenté cortándome las venas, a los 12 me tiré por una escalera, a los 13 empecé a cortarme los brazos y este año me tomé 30 pastillas”.

Esto último requirió una internación en el Hospital de Niños, el pasado 25 de mayo, según se indicó en la denuncia judicial.

Los médicos del Hospital habrían visto lo que ocurría. “Sin darme detalles de lo que decían me pidieron que buscara ayuda en la Justicia”, le contó a este diario el tío.

Según dijo R., en ese contexto volvió a hablar con su madre de lo que sucedía: “Le volví a contar que me violaba y no me creyó. Me maltrató delante de todos y me echó la culpa de que porque estaba internada no podía estudiar. Parecía que no me quería, pero a pesar de todo yo sí la quería. Ese amor se fue”.

El tío de la chica pidió que se investigue a la madre como presunta cómplice del abogado, quien se desempeñaba en la oficina departamental de la Corte que atiende en Ensenada casos de violencia familiar.

El abogado, que también es profesor de karate en un instituto situado en inmediaciones de Plaza Paso, fue apartado de sus funciones por la Procuración General de la Corte.

“Ya no me vas a tocar nunca más. Tengo a mi papá que me va a defender, cosa que vos y mi mamá no hicieron”, dijo la chica y también volvió a referirse a su madre: “Ella seguro se daba cuenta de lo que hacía y no lo aceptaba. Yo solo buscaba amor en mi mamá y solo me lo daban mis hermanas”.

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