Un triunfo de Los Leones que invita a soñar en hockey

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En una muy buena actuación colectiva, con contundencia en el área, una mayor posesión de la bocha (60 a 40 por ciento), mayor cantidad de ingresos al área (20 a 14) y mayor cantidad de tiros al arco (11 a 7), los Leones vencieron a Nueva Zelanda por 3 a 0 en su segunda presentación mundialista y quedaron a sólo un punto de la clasificación a los cuartos de final en Bhubaneswar. Si empatan con Francia -igualó con España 1 a 1 en la apertura de la jornada- pasado mañana lograrán ese objetivo. Igualmente, ya se aseguraron jugar por los playoffs para meterse entre los ocho mejores equipos del torneo.

El comienzo no fue sencillo. Nueva Zelanda tardó apenas 14 segundos en llevar un peligro concreto al arco argentino, pero Vivaldi se hizo enorme en los tres palos y le sacó dos chances claras de gol al perdedor, un equipo ubicado en el noveno lugar del ranking mundial pero al que el campeón olímpico le tomó la mano en los últimos tres años y le ganó con mucha frecuencia.

Después de ese par de sustos, Argentina se acomodó en el campo de juego y enseguida avisó con un tiro de López que contuvo el arquero Joyce. Pero fue un aviso de lo que vendría. El ganador pasó a tener el monopolio de la pelota y con paciencia fue armando su juego. A los 23 minutos, después que los centrales “durmieran” el ritmo con sucesivos pases laterales, Peillat encontró de una manera formidable a Agustín Mazzilli en el círculo y, tras el control estupendo del delantero llegó el tiro cruzado de revés que dejó sin chances al arquero neocelandés. El 1-0 tranquilizó definitivamente al equipo de Germán Orozco, que fue inteligente para manejar el ritmo del partido.

A los 11 minutos del complemento llegó la segunda conquista. Lucas Vila recuperó dos veces la pelota en el área y en la segunda, cuando superó al capitán Tarrant, sometió a Joyce con un tiro potente.

A los 24 minutos llegó el cuarto córner corto de Argentina. Peillat, que había convertido dos en el debut frente a España, había sido bien controlado por los salidores neocelandeses y por las respuestas de Joyce. Entonces llegó la orden de cambiar. La chance la tuvo Ibarra y, tras el rebote, Lucas Martínez, casi desde el piso, marcó el resultado fina.

 

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