Los Concejos zafaron del ajuste pero tendrán que trabajar más

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El largo debate por el Presupuesto bonaerense dejó una de cal y otra de arena para los Concejos Deliberantes. Zafaron en parte de la guadaña que les había preparado Vidal pero en contrapartida, tendrán que trabajar más.

Los Concejos Deliberantes conservaban un raro privilegio, que les permitía reunirse y realizar sesiones ordinarias durante ocho meses al año. Los cuatro meses restantes funcionaban como receso, al menos que convocaran a reuniones extraordinarias o especiales.

Ocurre que según lo que establecía la Ley Orgánica de las Municipalidades, las sesiones ordinarias deben iniciarse el 1º de abril. La fecha contrasta con las aperturas de reuniones tanto del Congreso nacional como de la Legislatura que están fijadas para el 1º de marzo.

La cuestión venía generando la presentación de algunos proyectos que, al final, terminaron prosperando. A partir del año que viene, los Concejos tendrán que abrir sus sesiones ordinarias el 1º de marzo como el resto de los cuerpos legislativos. Y hacer sesiones, como mínimo, durante 9 meses.

En cambio, los concejales zafaron, aunque en parte, del achique de gastos que intentó imponerles Vidal. La mandataria quiso bajarles los presupuestos del 3 al 1,5% de los gastos de sus municipios. En la negociación final, el tope quedó en 2%.

 

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