Vacaciones culturales en el Recoleta, a puro romance

NICOLÁS ISASI

El verano puede traer sorpresas. Y de eso se trata la nueva propuesta del Centro Cultural Recoleta, que este año abre sus puertas a todos aquellos que disfrutan estos días en Buenos Aires. Con buena parte de público local y numerosos contingentes de extranjeros, a la vez que se refacciona la emblemática sala Cronopios que da a la Plaza Francia, se presenta la temporada “Amor de verano” a lo largo y a lo ancho del establecimiento desde la rampa central, incluyendo los patios internos y el aljibe.

Con una multiplicidad de lenguajes como la pintura, la escultura o los murales, los espectadores pueden disfrutar de salas que desafían a los sentidos mediante instalaciones y juegos. Entre ramas y hojas de palmera se puede acceder a una pequeña jungla habitada por muñecos, pasar por una sala de aros colgantes con sonidos y luces, o armar un rompecabezas con piezas gigantes.

En “19 pomelos y un naranjo” el sonido del bandoneón, una campana de iglesia y las ventanas de madera nos separan de los pomelos y un único naranjo que no sabemos si sabe que hay otros árboles de su especie. Esta obra tiene el sello de Mariano Godoy, cantautor argentino dedicado a la música experimental, que llegó a compartir escenario con Buena Vista Social Club o el brasileño Toquinho. La fachada titulada “Viva la vida” nos anuncia esta experiencia de color y aventura, obra de Roberto Cortes, que luego continúa con obras de los artistas Florencia Sadir y Mariano Godoy. Sin embargo, una de las salas más destacadas se encuentra al final del recorrido, en el “Salón de los abrazos” donde emergen los gigantescos personajes de Sebastián Curi, joven diseñador y animador argentino. Sus ilustraciones están llenas de personajes de líneas fuertes, colores vibrantes y formas simples como si uno fuera parte de un universo pop que desborda de las paredes.

Claro está, que no todo es interactivo, o dinámico. También hay espacio para el descanso, para el relax o para la contemplación en las salas de cómics, obras pictóricas o la sala de lectura, donde todo está dispuesto con cómodos escritorios de madera, reposeras y sombrillas en el patio interior, para descansar o simplemente tomar un refresco.

Desde este primer fin de semana de febrero, se presenta el ciclo musical llamado “Dúos acústicos y grandes canciones de amor”, y luego los domingos del corriente, en el Patio del Aljibe, se realizará el “Ciclo de karaoke romántico”, donde la gente puede sacar afuera eso que los enamora con las canciones más románticas de todos los tiempos. Asimismo, se realizarán actividades, talleres y espectáculos durante todos los fines de semana, que incluyen propuestas de danza, teatro y música para todas las edades.