Un campo de juego que lució en pésimo estado y con algunos sectores con el césped de tono amarillento
Edición Impresa | 5 de Febrero de 2018 | 05:59

Uno de los temas que sorprendió (para mal) en la tarde de ayer en el Viaducto fue el pésimo estado del terreno de juego del estadio “Julio Humberto Grondona”.
Es que desde la zona de palcos y plateas se notó que en algunos sectores el césped estaba seco, por lo que se veía un tono amarillento, en lugar del verde que la mayoría de los terrenos suele tener a esta altura del año.
Pero peor que eso fue que el campo tenía algunas irregularidades, que conspiraron contra el buen desempeño de los jugadores, al margen de que fue un partido de bajo relieve en lo técnico.
Cuando la pelota circuló por abajo, se vieron algunos saltos del esférico, producto de esos sectores en que el terreno no lucía de la mejor manera.
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