Advierten sobre los riesgos para la salud visual de la compra callejera de anteojos

La venta ambulante resiste en las calles platenses, más allá de los esporádicos operativos que lleva adelante la Municipalidad y, además de billeteras, mochilas y fundas para teléfonos celulares, ofrece elementos vinculados a la salud como son los anteojos para sol y los de aumento; a raíz de eso, desde el Colegio de Ópticos de la Provincia se advierte que esos accesorios, que define como especies de lupa y plásticos pintados, pueden ocasionar daños en la visión.

En esquinas como 7 y 47 u 8 y 48, las placas de cartón apoyadas en la vereda exhiben anteojos de los mas variados diseños y colores, en algunos se leen imitaciones de marcas como Ray - Ban. En las hileras también hay lentes de aumento con papeles autoadhesivos que marcan la graduación de cada uno y los valores de todos rondan los $100, aunque hay algunos que se consiguen por menos de esa suma.

Para Judith Pizzatti, presidenta del Colegio de Ópticos de la Provincia, el problema creció en los últimos tiempos y prácticamente sin ningún control por parte del estado. Según dice, el tema excede la competencia desleal que se alega en otros rubros porque la venta y uso de esos artículos puede tener consecuencias negativas en la salud.

“A nosotros nos cuesta llamarlos anteojos porque no lo son, esos plásticos solo se asemejan”, afirma la profesional y detalla que lo que se vende en las calles no respeta graduaciones, ni tiene el centro geométrico del cristal que emplean los ópticos.

También se menciona que cuando alguien llega a una óptica con la receta de un médico oftalmólogo, se ofrecen alternativas para optimizar el campo visual del paciente y se realizan chequeos que contemplan, por ejemplo, la medición de la distancia entre las pupilas, el apoyo nasal, la distancia de las patillas y la diferencia de graduación de aumento entre un ojo y el otro.

“Los que venden por fuera de una óptica no se pueden ni comparar con los que hay en los comercios habilitados que además exhiben en su entrada una oblea del Colegio de Ópticos que certifica que allí hay un profesional habilitado”, apunta la presidenta de la entidad que aclara que los anteojos de sol que se venden en forma ilegal no cuentan con el control del Ministerio de Salud que cada tanto realiza inspecciones y decomisos para frenar el ilícito.

“Los anteojos de sol son plásticos pintados y produce que la pupila se dilate y se fuerce, además permiten el paso de los rayos que son nocivos y se pueden alterar la córnea y la retina”, aclara la óptica quien destaca que ellos trabajan con cristales tallados y filtros adecuados a cada actividad como puede ser ir a la montaña, disfrutar del sol en la playa o hacer actividades con la computadora.

Judith Pizzatti asegura que es mas saludable utilizar una lupa que comprar lentes en la calle porque ese elemento se utiliza de manera ocasional y además se va corriendo con la mano sin tenerlo pegada a los ojos.

En particular se pidió a los adultos que cuiden la salud visual de los niños y, así como le colocan filtro solar en la piel cuando los exponen al sol, tengan en cuenta que los anteojos no son un juguete y los compren en lugares habilitados. “Al estar el ojo en desarrollo un anteojo comprado en la calle o en un quiosco puede derivar en alguna patología”, se afirma.

En otro orden también se hizo la comparación con el daño que causan los dispositivos móviles a edades tempranas, tanto que un estudio realizado en España revela que en 2020 uno de cada 3 jóvenes padecerá miopía por esa causa.

También se advierte que la gente debe tener cuidado con las compras que realiza a través de internet, donde incluso se venden lentes de contacto, pero sin tener en cuenta la curvatura de la cornea, ni hacer las pruebas de adaptación para ver la respuesta de los ojos de quien es el destinatario.

“Los anteojos o las lentes de contacto no son un accesorio, no pueden comprarse en cualquier parte porque llegan a verse casos terribles por esa falta de conciencia”, concluye la óptica.