Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Séptimo Día |ALESSANDRO BARICCO, CREADOR DE UNA ESCUELA PARA NOVELISTAS. LA REALIDAD ENRIQUECIDA POR EL ESTILO. UNA FUSIÓN QUE SE INICIÓ HACE SIGLOS Y PERDURA

Cuando el periodismo y la literatura juntan sus aguas

Los casos arquetípicos de Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. El día en que hubo luto en la Tierra y en Macondo

Cuando el periodismo y la literatura juntan sus aguas

Alessandro Baricco

18 de Marzo de 2018 | 08:48
Edición impresa

Por MARCELO ORTALE
marhila2003@yahoo.com.ar

“Si tienes miedo al fracaso, no has nacido para escribir” dice Alessandro Baricco (1958-) novelista y periodista italiano, una de las figuras más representativas de la actual literatura de ese país. Además, fundó en Turín, en 1994, la Escuela Holden, una institución privada famosa en Europa y el mundo entero, destinada básicamente a la formación de narradores. Alguien definió a esa escuela, que tiene unos trescientos alumnos, como “un gimnasio para desarrollar la musculatura de la novela”

Baricco simboliza la fusión existente entre el periodismo y literatura. Una fusión discutida, polémica, en la que muchos grandes escritores se criaron y enriquecieron nutridos por el sentido democrático de la realidad, por el estilo sustantivo y carente de prejuicios que ofrece y exige el ejercicio periodístico.

Para muchos expertos, la escuela de Baricco es una extension generosa de su talento, de su estilo inimitable inspirado en lecturas de Dino Buzzatti, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, J. D. Salinger, de Borges, de Antonio Tabucchi y de aquel otro escritor-periodista que es Gabriel García Márquez, entre otros modelos mencionados por los críticos.

Una escuela taller que le reporta al escritor mucho cansancio y además mucho riesgo ya que “prácticamente todos mis ahorros me los he jugado ahí”. Pero Baricco se define de cuerpo entero cuando dice que “para mí la única cosa importante es escribir bien, escribir algo bello”.

También dramaturgo y músico, Baricco se ha convertido en un referente literario universal, sobre todo a partir de la novela “Seda” publicada en 1996, traducida a casi veinte idiomas y con 40 ediciones sólo en España.

Periodismo: un montón de letras emborronadas en el reverso de un aviso publicitario”

 

Muchos críticos aluden a una suerte de fascinación hipnótica de la prosa de Baricco sobre los lectores. Si escribe sobre una tormenta en el mar, los lectores sienten la sensación propia del mareo y así con lo demás. “A las palabras hay que acariciarlas”, dice.

PERIODISTAS-ESCRITORES

Lo cierto es que han existido fuertes detractores de la fusión literatura-periodismo, por considerarlas como actividades o profesiones incompatibles. Uno de los más agrios fue George Bernard Shaw, autor de un brulote que no deja de ser recordado: “ Periodismo: un montón de letras emborronadas por un irresponsable en el reverso de un aviso publicitario”.

Existieron otros pensadores célebres que descargaron su artillería contra el periodismo, como Juan Jacobo Rousseau, cuando dijo: “¿qué es un periódico? Una obra efímera, sin mérito y sin utilidad”. Sin embargo, como se sabe, la mayoría de los grandes escritores contemporáneos quisieron moldearse en la bulliciosa matriz de las redacciones.

En nuestro país la raza híbrida creció desde el primer mayo independiente y llega hasta hoy, en oleadas de grandes periodistas-escritores.

Allí, desde Mariano Moreno y Francisco de Paula Castañeda, hasta los centauros de la generación del 37 y los proscriptos, con Alberdi, Sarmiento y Mitre como trilogía sobresaliente, con José Hernández –uno de los más nítidos ejemplos de fusión literaria y periodística- yí en adelante con hombres de la talla de Roberto Arlt, Alberto Gerchunoff, Fray Mocho, Enrique Banchs, Leopoldo Lugones, Rodolfo Walsh, Tomás Eloy Martínez, Adolfo Bioy Casares, Beatriz Sarlo, Abelardo Castillo, Haroldo Conti, Juan Gelman, Antonio Dal Masetto, Osvaldo Fontanarrosa y Antonio Di Benedetto entre tantos otros que al mismo tiempo desafiaron el ruido de las redacciones y el silencio de sus escritorios.

DOS LATINOAMERICANOS

En las últimas décadas América latina ofreció dos ejemplos clásicos de escritores-periodistas. Uno de ellos, el colombiano Gabriel García Márquez, fundador de la ciudad literaria más concurrida del mundo –Macondo-, que ejerció como periodista muchos años, publicando en diarios sus primeros cuentos.

Entre estos últimos, nadie olvida su narración “Relato de un náufrago”, que –entre otras cualidades virtuosas- constituye una certera combinación de estilo periodístico y literario. El libro se integra con catorce crónicas sobre el naufragio de un buque militar que regresaba de los Estados Unidos.

El otro, Mario Vargas Llosa, peruano y premio Nobel de Literatura como el colombiano, se inició también como periodista y como tal se ganó la vida, hasta que sus primeros cuentos y novelas lo fueron consagrando como escritor de relieves universales.

Vargas Llosa ha explicado muchas veces la influencia que el periodismo ha ejercido y sigue ejerciendo sobre su literatura, señalando que ese oficio le enseñó también a conocer a todo tipo de personas, a investigar y a exponerse a la intemperie de la realidad.

Está claro que la fusión periodista-escritor se ha dado en todas las culturas y en todos los tiempos. De modo que sobran ejemplos demostrativos de que, basadas en hechos reales y en técnicas de captación muy concretas, existen crónicas y narraciones que, además, se vieron enriquecidas por las visiones oníricas y estilos extremadamente personales y hasta surrealistas de los autores.

Aquí las antologías recogen nombres imperecederos como los de John Milton que en 1664 compendia, en “El paraíso perdido” valores literarios y periodísticos. La infinita guía puede componerse con los nombres de literatos que en el siglo XVII –el de la aparición de los diarios- no trepidaron en escribir para periódicos, entre ellos Henry Fielding, Oliver Goldsmitth, Daniel Defoe, Jonathan Swift. Tambien aparecerán Dickens, Balzac, Dostoievsky, Alejandro Dumas, Edgar Allan Poe (director del Grahams Magazine), Mark Twain, Saint Exupery, los españoles Baroja, Azorin y Unamuno, Graham Grenne, Orwell, Hemingway, Octavio Paz, Pérez Reverte y tantos otros.

“ESCRIBIR ALGO BELLO”

Si lo mejor de la vida es “escribir algo bello”, como dice Baricco, acá van algunos párrafos de la nota necrológica que el italiano le dedicó a García Márquez cuando el escritor colombiano falleció en abril de 2014. El artículo titulado “Todo lo que yo le debo”, lleva una volanta: “Luto en la Tierra y en Macondo”.

Dice así: “Todos morimos, pero algunos mueren más. Tardé poco en entender, el jueves por la noche, que la desaparición de García Márquez no sólo era una noticia, sino un pequeño desliz del alma que muchos no olvidarán. Lo entendí por los mensajes que llegaban, por sus frases que empezaban a llover y rebotar por todos lados. Y eso que era bastante tarde, por la noche, en esas horas en las que empieza a no caber nada más en tu día, y si se atasca el grifo lo dejas pasar y lo aplazas a mañana. Sin embargo muchos nos paramos, un instante, y nos saltamos un latido del corazón”.

Dice más adelante: “Gabo se ha deslizado a la sombra despacio, con cierta timidez, y, en el fondo, de la manera más gentil. Casi absurdo para uno que había escrito la eterna e hiperbólica muerte de la Mamá Grande. Es como si Proust hubiese muerto practicando esquí náutico. Pero, bueno, el tiempo para un adiós indoloro él nos lo dio”.

¿Cuál es la deuda de un escritor italiano con el colombiano? “Yo a García Márquez, le debo un montón de cosas –sigue la crónica-. Para empezar, los veinte segundos en los que leí por primera vez las últimas líneas de El amor en los tiempos del cólera: tenía alrededor de treinta años y creo que allí dejé, justo en ese instante y para siempre, de tener dudas sobre la vida. Le debo a una frase suya, que un editor seguramente habría cortado, la certeza de que si Dios creó el mundo, los hombres luego crearon los adjetivos y los adverbios, transformando una hazaña al fin y al cabo aburridita en una maravilla (no, la frase la guardo para mí). Aprendí de él que escribir es una cuestión de generosidad, un gesto sin vergüenza, una acción imprudente y un reflejo desproporcionado: si no es así, lo que estás haciendo, como mucho, es literatura.

Colombia, donde te parás a charlar diez minutos con un camarero y ya estás en Macondo”

 

“Descubrí, leyéndole, que los sentimientos pueden ser repentinos, las pasiones devastadoras, las mujeres infinitas; que los olores no son enemigos, las ilusiones no son errores, y el tiempo, si existe, no es lineal: son todas cosas que no me habían dado como dotación cuando me enviaron a vivir”.

En su despedida a García Márquez, el periodista-escritor italiano describe a a Colombia: “Te paras a charlar diez minutos con un camarero y ya estás en Macondo. Es que somos pobres y habitamos una tierra complicada, me explicó una vez un poeta de allí”. Y esto dice el europeo de Macondo, allá en la selva caribeña dónde sólo están “los cuerpos, los colores, la naturaleza voraz, los olores, el calor, la indolencia febril, la belleza exagerada, las noches, las soledades, cada piel, cualquier palabra”.

Hipnotizado, Baricco dice que “no conseguiré olvidarle porque no he leído una sola página suya sin bailar...Yo no sé bailar, pero él sí, y no había manera de hacerle parar”.

¿Quién escribió este adiós a García Márquez? ¿Un periodista, un escritor?

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia

Alessandro Baricco

García Márquez

Bernard Shaw

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla