Trump resolvió cancelar su primer viaje a Latinoamérica y no estará en la Cumbre de Lima
Edición Impresa | 11 de Abril de 2018 | 02:35

WASHINGTON
El presidente estadounidense, Donald Trump, decidió cancelar ayer el que habría sido su primer viaje a Latinoamérica y enviar en su lugar al vicepresidente, Mike Pence, que asistirá a la Cumbre de las Américas en Lima pero no mantendrá la visita a Colombia que tenía programada el gobernante.
La Casa Blanca atribuyó la decisión de Trump a su voluntad de coordinar desde EE UU la respuesta al presunto ataque químico en Siria, pero analistas interpretaron el anuncio como una clara señal de la falta de interés del presidente estadounidense en Latinoamérica.
“El presidente permanecerá en EE UU para supervisar la respuesta estadounidense a Siria y vigilar los acontecimientos globales”, anunció la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.
Trump tenía previsto viajar el viernes a Perú para asistir a la VIII Cumbre de las Américas, una cita que reúne cada tres años a los líderes del continente, y visitar el domingo Colombia para reunirse con el presidente Juan Manuel Santos.
Habría sido el primer viaje a Latinoamérica de un presidente cuya relación con el continente ha sido complicada debido a su retórica antiinmigración, su promesa de construir un muro con México y su proteccionismo comercial; y precisamente por eso, la región esperaba su visita con una gran expectativa.
De este modo, Trump será el primer presidente estadounidense que no acude a una Cumbre de las Américas desde que esas citas regionales comenzaron a celebrarse en 1994.
El encargado de representar a EE UU en la Cumbre será el vicepresidente Pence, que ya viajó en agosto pasado a Colombia, Argentina, Chile y Panamá.
Pence no irá a Colombia, pero se reunirá con Santos en Lima, durante la asistencia de ambos a la Cumbre de las Américas, según confirmó Sanders durante su conferencia de prensa diaria.
La justificación aportada por la Casa Blanca sorprendió a algunos, porque Trump había adelantado el lunes que planeaba tomar una decisión sobre Siria en cuestión de horas, y su viaje a Sudamérica no estaba programado hasta el viernes.
Además, el año pasado Trump coordinó un ataque aéreo sobre Siria desde su residencia privada de Mar-a-Lago, en Florida, pero Sanders dijo que hay una diferencia entre seguir los acontecimientos desde allí que desde fuera de EE UU. “El presidente quiere quedarse en el país mientras hay un montón de acontecimientos en desarrollo”, declaró Sanders a los periodistas.
El anuncio llegó, además, en un momento en el que Trump está furioso por la noticia de que el FBI registró la oficina de su abogado personal, Michael Cohen, aunque no está claro si el humor del presidente ha tenido que ver con la cancelación del viaje.
Diversos analistas coincidieron en que la decisión de la Casa Blanca supone un fuerte revés para la relación entre EE UU y el continente, que ya es frágil de por sí. “Es difícil sacar alguna conclusión que no sea que a Trump simplemente no le importa” Latinoamérica, expresó el presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, Michael Shifter. “No tiene perspectiva estratégica y está obsesionado con la política doméstica y con contentar a su base” de votantes, agregó.
Trump no ha hecho grandes esfuerzos por trazar una estrategia hacia Latinoamérica, donde es más impopular que en ninguna otra parte del mundo: sólo el 16 % de los latinoamericanos lo ven con buenos ojos, según una reciente encuesta de la consultora Gallup.
Y “casi toda su retórica y decisiones sobre la región han sido dañinas para la calidad de la relación -el muro, el envío de tropas a la frontera, su política migratoria y comercial, su línea dura hacia Cuba y su planteamiento de la acción militar en Venezuela”, recordó otro analista del Diálogo Interamericano, Peter Hakim.
Su decisión de no ir a la Cumbre “supone un revés para la intención de esta Administración de demostrar a los líderes latinoamericanos que EE UU debería ser el ‘socio preferido’ de la región”, indicó por su parte el director del centro para Latinoamérica en el Atlantic Council, Jason Marczak. (EFE y AFP)
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