Terminaron jugando todos para el aplazo

El uno por uno de Gimnasia mereció anoche dos miradas muy distantes, puesto que, aunque con matices, es cierto, en el primer tiempo se registraron actuaciones para destacar.

Fabián Rinaudo, por momentos, volvió a ser el motor del equipo, metiendo para recuperar la pelota y levantando la cabeza para asegurar entregas en profundidad.

Interesante también por momentos la dinámica de Lorenzo Faravelli, las corridas de Ezequiel Bonifacio, ganando metros por la derecha, y el criterio de Brahian Alemán para leer las jugadas.

La defensa fue un tembladeral, y si Alexis Martín Arias completó la primera etapa sin goles fue más por los errores de quienes le llegaron que por la resistencia de los marcadores.

El cuadro se generalizó en el segundo tiempo, más todavía tras el empate de Alejandro Melo. De ahí en más, los que pasaron al ataque formalizaron poquito, casi nada, y a la vuelta, cada combinación de Atlético Tucumán fue medio gol.