Garro anticipó que habrá duros controles contra las infracciones en la vía pública

Con un clima de aspiraciones de reelección, el intendente, Julio Garro, dejó ayer inaugurado un nuevo período de sesiones ordinarias en el Concejo Deliberante, enfocado principalmente en el auspicio de un año que estará atravesado por el reordenamiento de la vida urbana -con prioridad en el tránsito- y la discusión sobre una reforma del actual Código de Ordenamiento Urbano (COU).

Durante su discurso el jefe comunal hizo un repaso por los logros de la gestión de 2017, así como trazó los principales lineamientos de su política para todo este año, fundados en la “planificación para los próximos 20 años” a través del envío al cuerpo deliberativo de un nuevo Código de Convivencia que derogue antiguas ordenanzas y el actual Código Contravencional, así como que reforme las pautas de construcción no sólo para atender a la vulnerabilidad hidráulica de la Ciudad sino también para rediscutir el crecimiento urbano más compacto y “hacia arriba”.

Ante los 24 concejales, legisladores provinciales y funcionarios del Ejecutivo, detalló que el futuro código establecerá mayores multas y controles para todas las contravenciones, pero se enfocó puntualmente en el tránsito. “No da lo mismo hacer las cosas bien que hacerlas mal. Necesitamos un sistema de normas que se cumplan para que nunca más vuelva a dar lo mismo ceder el paso a un peatón que pasar en rojo, o estacionar en doble fila o circular en moto sin casco”. Y afirmó: “Mientras aumentamos los operativos de control y hacemos cumplir las multas, vamos a seguir haciendo las obras que hacen falta para mejorar el tránsito”.

Sin mencionarlo explícitamente, el jefe comunal hacía referencia al proyecto para la instalación de cámaras para fotomultas en las principales arterias. Sí habló de lo realizado en ese sentido: “La pavimentación de mil cuadras, la intervención de las 10 rotondas más importantes y la reubicación de más de cien paradas de colectivos, junto a 6 mil metros de veredas nuevas realizadas en avenidas y 16 kilómetros de bicisendas”.

La enumeración trajo aparejada una dura observación de los concejales de la oposición, que tras el discurso advirtieron que las partidas presupuestarias están subejecutadas y que “no coinciden con la realidad descrita” (ver aparte).

Y frente al inminente giro del proyecto del Código de Convivencia al Concejo, definió: “Quiero proponerles un código que vaya más allá de los gobiernos, pensando en el largo plazo, en los próximos 20 años”.

En otro pasaje de su alocución, el jefe comunal hizo hincapié en el trabajo que se viene llevando adelante con los gobiernos nacional y provincial para el desarrollo de obras hidráulicas que palien una futura inundación, así como con fondos municipales se realizan las obras denominadas “complementarias”.

Subrayó además el plan de emergencia diseñado por la Comuna, y cuestionó, sin nombrarlo, al anterior gobierno peronista: “Ahora sí hay un Municipio listo para asistir a los vecinos en los momentos más urgentes”.

El Intendente no abundó en la impronta que tendrá el proyecto de reforma del COU no obstante lo anunciara en el inicio de su discurso como uno de los temas en agenda, que se viene sustentando con una serie de estudios sobre la Ciudad que su gobierno realizó en los primeros dos años y que dio en llamar “Plan La Plata 2030”, en el que se observan distintos aspectos y características de la vida urbana y sus problemáticas.

Además, defendió la confección del pliego para la licitación de un nuevo convenio del servicio de recolección y cuestionó las veces en las que en la anterior gestión fue prorrogado.

LAS MAFIAS

En otro párrafo de su discurso, el jefe comunal se refirió a la intervención de la Uocra La Plata y detención de su ex secretario general Juan Pablo “Pata” Medina así como al ex titular de Soeme, Marcelo Balcedo. Sin nombrarlos directamente, lanzó: “Cuando se terminaron el miedo y el apriete, los platenses empezamos a vivir más tranquilos”.

Y adjudicó la mejora en los números del desempleo en la Ciudad, así como la reactivación en el rubro de la construcción. Indicó que con los gobiernos nacional y provincial se avanzó en la “lucha contra las mafias” , sentenciando que “cuando cayeron los extorsionadores, las obras se multiplicaron en la ciudad”.

Y reprochó al anterior gobierno en todos sus niveles al comentar: “No es casual que sindicalistas millonarios que empleaban la extorsión para acumular dinero y poder, hayan tenido su base de operaciones en la capital de la provincia, sin que nadie los haya molestado”, enfatizó al apuntar contra quienes “si no fueron cómplices, al menos miraron para otro lado”.