“Lo perdí todo, no me quedó nada, ni siquiera ropa para los nenes”

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“A las 2 de la madrugada tuvimos que salir con mis tres hijos, solos”, recuerda angustiada María Díaz, una de las vecinas de 95 y 11 bis que debe empezar de nuevo tras el desborde del arroyo Maldonado. “Lo perdí todo, no me quedó nada, ni siquiera tengo cama, ropa para los nenes, cosas de la escuela. Lo perdí todo. Soy madre soltera, tengo tres chicos y hasta ahora no recibimos ayuda, es una vergüenza esto”, agregó, indignada.

El viernes, dijo, durante la inundación “no me daba tiempo para sacar nada”. Y se refirió a una pesadilla que se repite cada vez que llueve: “Acá cerca tengo el Maldonado y cada vez que llueve tenemos que estar pendientes del arroyo. No podemos dormir tranquilos cuando llueve. Esto es una vergüenza, necesitamos que alguien nos venga a ayudar con el zanjeo, a limpiar, porque cada vez que llueve no podemos estar tranquilos en nuestra casa. No tenemos agua tampoco y no podemos lavar”, dijo, resignada.

 

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