Más consultas que ventas en La Plata para viajar al Mundial

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Aquel “Brasil decime qué se siente/tener en casa a tu papá” coreado por más de 100.000 argentinos llegados a Río de Janeiro para ver la final del Mundial 2014 va a convertirse definitivamente en una postal lejana y cargada de nostalgia en una Rusia donde la presencia argentina será sensiblemente menor: se estima que llegarán hasta ese país hasta un 40% menos de simpatizantes de la Selección Nacional que los que fueron a las últimas citas lejanas, tales como Sudáfrica o Alemania. Y esa tendencia ya se nota en La Plata, especialmente en las agencias de viajes donde son muchas más las consultas que llegan que las operaciones que finalmente se concretan.

“Hay muchos factores que inciden para que la presencia de argentinos sea menor en Rusia que en otros mundiales”, dice Silvina Jorge, desde el departamento de ventas de Puerto Aéreo Viajes. Una de ellas es que se trata de un destino caro. Los cotos del viaje son mucho más elevados que en el caso de otros mundiales”.

En concreto, los paquetes que actualmente se ofrecen en La Plata oscilan entre los 4.000 y los 7.000 dólares. Los primeros no incluyen entradas a los partidos. Los más completos reúnen las localidades, los hoteles y el pasaje aéreo, pero no contemplan, por ejemplo, los transfers, en un país donde el transporte de ese tipo es costoso.

“Los paquetes cuestan caros y son difíciles de vender como sucede en todos los mundiales y en todos los eventos deportivos, que son requeridos por un público muy específico”, cuenta Patricio Perrile, vendedor de Irazábal Turismo.

Según lo que explican desde las agencias, los viajeros platenses que cierran operaciones por paquetes son generalmente hombres de 50 años o más que viajan con amigos o con sus hijos. Es raro el caso en que el comprador es un grupo familiar completo.

También hay muchos compradores que se deciden por adquirir sólo el pasaje aéreo (alrededor de 1.500 dólares) y “arreglarse” después en Rusia.

Perrile indica que para ellos también las cosas son más complicadas que en otros mundiales por cuestiones relacionadas con la cultura y el idioma.

“Ciudades como Moscú y San Petersburgo son caras, más o menos comparables con Londres en materia de costos y además hay una traba con el idioma, porque no usan mucho el inglés y mucho menos el español”, dice Perrile, quien considera que muchos interesados hacen cuentas “y terminan prefiriendo comprar un buen televisor para ver el mundial desde su casa”.

A todo esto se suma la reciente devaluación que alejó el sueño mundialista de muchos bolsillos.

“El que tiene dólares en un momento así se muestra cauteloso, consulta mucho antes de gastarlos”, dice Perrile. Con todo hubo momentos en los que se concentró la mayor demanda de pasajes para el Mundial. El primero fue después de asegurada la clasificación por parte de la selección frente a Ecuador, en el mes de octubre.

Fue entonces cuando muchos hinchas comenzaron a reservar vuelos baratos a Moscú, aunque eso supusiera hacer tres escalas y hasta salir desde Asunción en lugar de Ezeiza y tardar 32 horas en llegar.

Aquellos hinchas lograron congelar los precios pagando en cuotas y sin interés, en algunos casos contrataron hostels por Internet para abaratar el viaje y eligieron fechas anteriores o posteriores al mundial para la ida y la vuelta por el mismo fin. El último envión de ventas tuvo lugar recientemente, durante el Hot Sale. Aunque esta vez , y en medio del alza del dólar, los televisores se ubicaron muy adelante de los pasajes aéreos en la demanda.

40%
Menos de hinchas argentinos llegarán a Rusia para el Mundial, según calculan operadores turísticos locales al comparar la asistencia de simpatizantes nacionales a otros mundiales celebrados en países distantes, como el de Sudáfrica o el de Alemania.

 

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