Garantizar la ayuda presupuestaria para los hospitales públicos

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El hospital público por excelencia de La Plata, el San Martín, más conocido como el Policlínico, se encuentra atravesando una crítica situación tras la fuerte tormenta que se abatió sobre la ciudad el viernes pasado. El servicio de Maternidad funciona en emergencia, viéndose obligado a trasladar a un tercio de las madres que allí se encontraban internadas, a partir de las filtraciones que afectaron al edificio. La situación, que no es nueva, también afecta a otros sectores y reclama de las autoridades sanitarias se extremen medidas para encontrar soluciones de fondo.

La caída del granizo y la copiosa lluvia obligó a cerrar la sala de recuperación y nutrición de Neonatología por las filtraciones que se produjeron en el centenario edificio de 69 entre 1 y 115. Las autoridades del hospital indicaron que los chicos que estaban en el área de Neonatología fueron derivados a un sector de quirófanos de alta complejidad. En tanto, fueron trasladados madres e hijos a hospitales de la Región.

Desde el ministerio de Salud se indicó que ocho madres y sus hijos debieron ser derivados al Hospital Gutiérrez, mientras que otras dos madres y sus hijos fueron trasladados al hospital Larraín de Berisso. Las fuentes añadieron que, por el momento, se realizan algunos partos y se atienden situaciones críticas en el Policlínico. El resto de los casos que llegan por demanda espontánea, son derivados a otros hospitales públicos de la Región.

Desde la seccional local de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) del Hospital San Martín se denunció que “ante cada tormenta el hospital entra en jaque. Ya hubo otros casos este año en el que se registraron problemas en las áreas de terapia intensiva e incluso el hospital sufrió un apagón y no respondieron los grupos electrógenos”.

Las autoridades del Hospital San Martín y del ministerio de Salud se reunieron ayer con funcionarios del ministerio de Infraestructura para apurar obras que permitan trabajar normalmente en uno de los principales centros de la salud bonaerense. Se dijo, asimismo, que la emergencia llevó a apurar plazos de licitaciones y obras, tema que se trataría también en ese encuentro.

En numerosas oportunidades se habló en esta columna sobre la necesidad de fortalecer la ayuda presupuestaria y funcional a los hospitales públicos de la Provincia. Surgidos la mayoría de ellos de épocas que se caracterizaron por impulsar políticas sanitarias de primer nivel, atraviesan ahora, desde hace muchos años, emergencias impropias, en las que se suceden justificados reclamos de médicos, enfermeros y empleados, pero, esencialmente, de la población que pide mejores comodidades, más turnos para consultorios y laboratorios, que los hospitales cuenten con los insumos necesarios, que se cumplan con las operaciones programadas y que se disponga de planteles médicos y de auxiliares bien pagos y suficientes para atender las demandas, entre otras mejoras que, como las edilicias, se han vuelto imperativas.

Es de esperar que las autoridades provinciales analicen en forma exhaustiva la situación creada no sólo ahora en el Policlínico platense –que requiere una solución perentoria- sino la de todos los hospitales y centros de salud públicos, muchas veces imposibilitados de ofrecer respuestas médicas eficientes a las demandas de salud siempre crecientes.

No debiera ser necesario enfatizar acerca de lo importante que resulta sostener una política sanitaria dinámica y capaz de garantizar buenos niveles en la atención de la salud pública, dando así respuesta a un derecho de la población que es prioritario y que no puede verse afectado.

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