A punta de pistola, desvalijaron la fundación que los ayudó a dejar la calle

El hogar de “Sumando Voluntades”, en 6 entre 37 y 38, dedicado a la protección de indigentes, fue asaltado con apoyo de 2 hombres que vivían allí. Junto a otros 3 ladrones, se llevaron hasta una cama hospitalaria

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“Es una persona muy enferma”. Con dolor, en tono piadoso, Nancy Maldonado le encontraba ayer por la tarde una explicación a un episodio delictivo difícil de comprender. Antenoche, mientras los voluntarios de la Fundación Sumando Voluntades, que se dedica a ayudar a personas en situación de calle, recorrían la Ciudad como cada noche, en uno de los centros de esa entidad, situado en 6 entre 37 y 38, se producía un violento asalto que tenía entre los protagonistas a dos beneficiarios de la tarea de la institución. Uno en particular, llevaba meses allí esperando un tratamiento para adictos a las drogas que le estaban tramitando.

El asalto sumó a tres delincuentes que venían de la calle. Una vez que los internos a quienes se señala como cómplices les permitieron entrar se llevaron prácticamente toda la dotación de electrodomésticos que se usaban en la casa donde vivían 13 personas. Además, los ladrones se llevaron una cama hospitalaria asignada a una persona con cuidados especiales por padecer una afección renal que requiere de un tratamiento de diálisis.

“Los voluntarios nos vamos a las 21 y esto ocurrió a eso de las 22 (del miércoles). Fueron tres personas armadas y les abrió un hombre que estaba adentro porque vive en la casa desde febrero, que es adicto a las drogas”, relató la titular de la Fundación.

La voluntaria detalló que esa complicidad del hombre de 42 años fue compartida con un joven de 26 que se incorporó a la vivienda, también como beneficiario de la Fundación, hace una semana.

La Policía ya cuenta con todos los datos de identidad del hombre de 42 años. Incluso sus huellas dactilares, que forman parte del proceso de identificación de cada persona que ingresa a la Fundación. Al otro cómplice no llegaron a tomarle todos esos datos porque estaba recién llegado.

Una banda de cinco ladrones

La parte de la banda que llegaba de la calle pasó sin problemas y una vez dentro de la casa entre los cinco redujeron a los otros 11 hombres que viven en ese centro. Según indicó Maldonado, los amenazaron con armas y “llegaron a ponerle la pistola en la cabeza” a algunas víctimas del atraco.

Así, fueron desmontando aparatos, la cama, e incluso apilaron ropa que también fue a parar a la caja de una camioneta que esperaba afuera. Cargaron todo y se fueron mientras casi una docena de personas había sido confinada a una habitación.

“La situación es terrible. Los voluntarios invertimos nuestro tiempo en la tarea de sacar gente de la calle, para generarles una posibilidad de inserción social y laboral. En el caso de este hombre, lo protegimos de la calle porque pensamos que al volver estaría nuevamente en contacto con la droga”, indicó Maldonado.

El daño fue hecho contra esa tarea y también contra el apoyo comunitario. La Fundación recibe donaciones que le permiten desplegar su tarea y equipar las dos casas con que cuenta (la otra está a la vuelta, en 37 entre 6 y 7). Por caso, la heladera robada había sido donada por alumnos de la escuela Santa Teresa (60 y 27).

Antenoche, el hombre estaba contenido en el centro, pero quedó bajo control de la adicción. “Estaba drogado”, lamentó Maldonado. La mujer recordó, además, que el proceso de reinserción social incluía la revinculación con una hija que ya no quería verlo. Todo, mientras se esperaba que apareciera un tratamiento adecuado a la adicción: “Habíamos iniciado el trámite para que le dieran una beca del Sedronar (Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina). Estábamos esperando a que saliera eso para que pudiera recibir la atención a su problema de adicción”, contó la dirigente.

La espera se está haciendo larga. “Empezamos el trámite en el área de Adicción de la Municipalidad (de La Plata) pero el Sedronar viene con atrasos desde el mes de febrero”, apuntó Maldonado.

Hasta la comida de la heladera

Según la denuncia de la Fundación, los dos hombres alojados y los tres que llegaron por la noche se llevaron “todo lo q ue tenía algo de valor. Incluso la comida que había en la heladera”, apuntó Maldonado.

La lista de pérdidas incluye dos cocinas a gas, una heladera, sillas, un horno microondas, un lavarropas, un televisor, un reproductor de DVD y una cama.

“Nos desvalijaron”, se lamentó ayer Maldonado.

Según la reconstrucción que se realizó en base a los relatos de las personas alojadas en la Fundación, los cómplices les marcaron a los otros tres ladrones cada objeto que debían cargar. Se estima que la camioneta, un modelo ruidoso, estaba estacionada sobre 37, entre 5 y 6, se acercó, cargaron el botín y huyeron.

 

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