Rescatan a unos 1.000 indocumentados en el Mediterráneo en un lapso de 24 horas
Edición Impresa | 26 de Junio de 2018 | 03:28

Trípoli, Libia
Guardacostas libios interceptaron durante las últimas 24 horas varias embarcaciones precarias con cerca de 1.000 migrantes, incluidos 91 menores, que intentaban cruzar el Mediterráneo, informó ayer Ayub Qacem, portavoz de las Fuerzas Navales.
El domingo por la mañana los equipos de guardacostas interceptaron un bote de goma a la deriva con 97 personas frente a las costas de la ciudad de Zliten, a 175 km de Trípoli. Durante dos operaciones nocturnas fueron rescatados un grupo de 490 migrantes y otro de 361 frente a la costa de Al Khoms, a 120 km de la capital.
Hace apenas unos días, la Marina libia advirtió del aumento “alarmante” del uso de botes neumáticos de gran tamaño que pueden llevar hasta 200 personas y que representan un serio peligro para su seguridad.
Las playas que se extienden entre Trípoli y la frontera con Túnez se han convertido los últimos dos años en el principal bastión de las mafias que trafican con seres humanos, pese a la presencia de patrullas europeas.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 171.635 inmigrantes irregulares lograron cruzar a Europa en 2017, mientras que 3.116 desaparecieron en el mar.
PROPUESTA DE ITALIA
En este marco, el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, defendió que la ONU y la Unión Europea (UE) gestionen y financien centros de “protección e identificación” de migrantes en “las fronteras externas” de Libia para frenar el flujo migratorio.
Salvini viajó ayer a Trípoli para reunirse con su homólogo libio, Abdulsalam Ashour, y el viceprimer ministro del Gobierno sostenido por la ONU en Trípoli, Ahmed Maitig, y conversar sobre cómo frenar juntos las llegadas de migrantes a Europa a través del Mediterráneo.
Permaneció en Libia sólo unas horas y después regresó a Roma para celebrar una rueda de prensa y resumir las conversaciones.
Salvini, líder de la ultraderechista Liga Norte y vicepresidente del Gobierno, reconoció que las autoridades de Libia no están a favor de crear estos centros en la capital por lo que sugirió levantarlos en “las fronteras externas”.
Por eso, la solución sería establecer estos centros en países como Níger, Chad o Mali, a quienes “hay que involucrar” en las negociaciones con los países europeos para lograr pactos similares a los alcanzados con Turquía, que cerró de inmediato la ruta de los Balcanes.
Asimismo, Salvini expresó que durante su visita a Libia pidió ver un centro de albergue y protección que “dentro de un mes estará preparado para recibir a 1.000 personas, en colaboración con la Agencia de la ONU para los Refugiados”, para “desmontar toda la retórica que dice que en Libia se tortura y se lesionan los derechos civiles”.
Para Salvini, estas instalaciones respetarán los derechos de los que aguardan las peticiones de asilo, servirán para llevar un control de las personas que quieren viajar a Europa y acelerarán las “devoluciones a los países de origen si no tienen ese derecho”.
FINANCIACIÓN DE LA ONU Y LA UE
El ministro advirtió que estos espacios deberían estar dirigidos y financiados por la ONU y la UE, porque “no se entiende por qué Italia y Libia tienen que hacerse cargo económicamente de este fenómeno”.
Desde que la Liga Norte y el antisistema Movimiento Cinco Estrellas llegaran al Gobierno italiano pasó menos de un mes, y en este tiempo Salvini ha aplicado políticas muy restrictivas contra la inmigración. (AFP y EFE)
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