Revivir el peor de los recuerdos después de una entradera

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“Hay tiros, hija. Hay tiros”, palabras más, palabras menos fueron las palabras que escuchó antenoche Victoria, una médica, hija de un matrimonio de su misma profesión que vive a metros de 22 y 69. En abril de 2017 la pareja sufrió un asalto violento en el que los delincuentes también expusieron un notorio perfil perverso. En medio de una interminable entradera que duró unos cien minutos, amagaron con una orden a la mujer para que ejecutara al marido con la pistola de uno de los ladrones.

Anoche reaparecieron imágenes de aquel dolor. “Mis viejos quedaron muy afectados por todo aquello. Hasta pusieron la casa en venta. Con lo del asalto al almacén me llamó mi mamá para decir que había un tiroteo en la calle”, contó la médica, quien tiene su consultorio en la misma calle, pero ya había dejado el barrio a esa hora. “Hubo varios robos en las últimas semanas. Tenemos la sensación de que la zona está liberada. Estamos desprotegidos”, indicó.

 

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