Araceli González: “El amor nunca pasa de moda”
Edición Impresa | 30 de Junio de 2018 | 05:26

A 23 años de su versión cinematográfica interpretada por Clint Eastwood y Meryl Streep, Araceli González y Facundo Arana protagonizan en teatro “Los puentes de Madison”, una de las obras más elogiadas de la temporada pasada. Se trata, según cuenta la actriz en diálogo con EL DÍA, de una historia que sigue vigente a pesar del tiempo porque, sencillamente, “el amor nunca pasa de moda”, la moraleja del bello texto de Robert James llevado a la escena por Luis “Indio” Romero.
No es para Araceli la primera vez que le toca llevar al teatro historias popularizadas en la pantalla grande: Lo había hecho ya con “Cuando Harry conoció a Sally” (2011) y con “Closer” (2008). Ahora lo repite con este clásico romance que le valió a la estrella de Hollywood una nominación al Oscar en la década del noventa por su sensible interpretación de “Francesca”, una ama de casa que se anima a enamorarse.
Frente a tanto simbolismo, ¿cómo es meterse en la piel de personajes tan arraigados en la cultura popular gracias al cine? Araceli cuenta su secreto: “A la hora de ponerme a trabajar, me olvido de que existieron en la película, más allá de que son versiones que todos llevamos en el alma”. Sino, revela, le resultaría imposible intentar siquiera su composición.
“Creo que olvidarme de ellos me quita presión”, cuenta la actriz, aunque sostiene que en la platea coinciden varios públicos, “algunos que no conocen la película, como los más jóvenes, otros que han leído el libro y otros que han visto el filme y que entran subestimando un poco la situación, diciendo ‘a ver cómo es una obra de teatro’”.
A ellos les responde Araceli y explica que lo que hacen en el escenario, desde hace ya casi un año y medio y con dos meses intensivos entre ensayos y trabajo de mesa, no está basado en la película sino en el libro, “donde un autor se atrevía a contar la historia de una mujer que, a su vez, se atrevía a sentir”.
Dice Araceli que “ya el hecho de atreverse a sentir para una mujer es culposo, imaginate en esa época, donde la mujer estaba detrás del hombre”, metiéndose en la historia de amor de esa ama de casa de los 60 que de casualidad conoce y se enamora de un fotógrafo, Robert, viviendo en cuatro días un romance inolvidable.
En este sentido, González, que debutó en los medios a los 12 años como modelo publicitaria, reconoce que las situaciones que debe atravesar su personaje la hace ubicar, primero, en el lugar de mujer: “No la juzgo, no me pongo a decir ‘ay yo qué hubiese hecho en su lugar’. Yo creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos vivido situaciones como estas, quizás no exactas, pero sí situaciones en donde uno tenía que elegir. Y donde uno a veces quizás deja de sentir”.
Reconoce la ex estrella de “La banda del Golden Rocket” (Canal 13, 1991/1993) que hacer este personaje “es lo más lindo que me pudo pasar” y aclara: “No es quizás la ‘Francesca’ que viste en la película, es la que pude armar yo, desde mi sentimientos, desde la construcción que hice como actriz, de tratar de representar a todas esas mujeres de mi familia”.
Feliz con el resultado obtenido con esta obra, con la que ha hecho el verano pasado temporada en Mar del Plata y con la que este fin de semana se presenta en La Plata, asegura la mamá de Florencia y Tomás que “respetando cada punto y coma del libro” lograron una versión honesta, con “frases maravillosas”, que dejan a la gente encantada. “Hay una ola de emociones que se produce desde el momento uno porque hay muchas expectativas en el público”.
Según entiende, “el teatro tiene una entrega viva” que no la tiene la gran pantalla, que tiene otras cualidades. “Pero el teatro tiene algo vivo que hace que estas emociones fluyan entre el público y nosotros”, por lo que nunca ninguna función es igual a la otra.
“Muchas veces, cuando entro en situaciones de emoción, escucho y veo al público emocionado, y eso me provoca más emoción. Por eso digo que es una ola”, destaca Araceli, siempre agradecida al público, consciente del sacrificio que es para la gente hoy pagar una entrada, por eso, cuenta, la entrega del equipo siempre es máxima: “tenemos que ser muy respetuosos de cada uno de los que ocupan esas butacas”.
Sobre la vigencia del texto, destaca la intérprete lo inoxidable del relato. “Sinceramente yo creo que esta obra funciona porque el amor nunca pasa de moda”, opina, y traza un paralelismo con aquella mujer, de medio siglo atrás, y la actual. “Más allá de que las mujeres queramos tomar el mando, o estemos defendiendo nuestros derechos como corresponde, o nos pongamos a la par de los hombres, para acompañar y salir adelante, eso ya pasaba antes con esas mujeres que también se ponían a la par de los hombres: ellos salían a trabajar y esas mujeres quedaban en sus casas”, indica la actriz.
A su criterio, “lo que cambió en esta sociedad es que la mujer ahora también va a la par del hombre saliendo a la selva, en busca del dinero para poder sostener sus familias” y destaca a su amada “Francesca” quien, en sus sentimientos, dice “no está lejos de la mujer actual”.
“Yo creo que a todas las mujeres nos gusta que nos respeten, nos gusta ser amadas, que nos protejan, que nos cuiden… después cada uno tendrá sus rollos personales, donde nos hacemos más fríos o más cálidos, o más sentimentales o menos sensibles, pero eso en realidad tiene más que ver con una modificación de la vida que vos tenés y con lo que vos construyas como persona”.
En relación a “Los puentes de Madison”, con la que está la posibilidad de llevarla a girar por Israel, la ex protagonista de “Guapas” y “Los ricos no piden permiso” sostiene que “tiene una historia de amor tan arraigada que no importa en qué año la pongas o en que ciudad” porque, considera, “el sufrimiento es siempre el mismo, más o menos intenso, morir por amor, sufrir por amor, amar con locura; esto sucedió siempre, no importa dónde esté ambientada, lo que cuenta es actual, el amor siempre es actual, aunque lo queramos desdibujar, aunque lo queramos destruir por momentos, o creer que eso ya no existe. Para mí existe y todos estamos ávidos de eso, y necesitamos siempre de eso, para sobrevivir”.
En relación a las repercusiones de la obra, con la que próximamente girará por Paraguay y Perú, la actriz se queja por las pocas críticas que ha tenido el espectáculo y de la subestimación que muchos hicieron, aunque se reconforta con el boca en boca y el cariño de la gente que ha seguido sus carreras en la tevé. “Estamos entregando un espectáculo maravilloso, con el respeto que se merecía”, se enorgullece la actriz.
Alejada por ahora de la tevé, Araceli, que disfruta de la privacidad de su casa, y de compartir tiempo con su familia, revela que próximamente estará encabezando un proyecto junto a su marido, el actor Fabián Mazzei, “algo que soñamos siempre”, y que llegaría en noviembre. En paralelo se relaciona con sus seguidores desde araceliweb.com, un portal en el que manifiesta inquietudes y que le permite estar más cerca de la gente, según cuenta.
“Aunque queramos creer que ya no existe, estamos ávidos de amor, lo necesitamos para sobrevivir”
Araceli González, Actriz
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