Anderson dio la sorpresa y espera rival

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El sudafricano Kevin Anderson derrotó en un agónico partido al estadounidense John Isner, por 7-6 (6), 6-7 (5), 6-7 (9), 6-4 y 26-24 en seis horas y 36 minutos para alcanzar la final de Wimbledon por primera vez en su carrera.

Fue el segundo partido más largo en la historia del Grand Slam, y la semifinal más larga que se haya jugado, y en ella, Anderson, octavo del mundo y verdugo de Roger Federer en cuartos esta semana, fue el más fuerte.

El de Johannesburgo se enfrentará mañana al ganador del duelo entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, que se reanudará a partir de las 9, hora argentina.

Chispeando, con el cielo negro de tormenta, y con ambos jugadores agotados, devorando bananas y chocolates para mantenerse, ingiriendo líquidos sin cesar, disparando sus tiros como podían, acabó un partido histórico, que el público de la central presenció sin moverse, atenazados por el dramatismo.

Anderson se convirtió así en el primer sudafricano en alcanzar la final de Wimbledon desde que lo hiciera Brian Norton, allá por 1921.

 

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