A dos años de la distinción mundial, la Casa Curutchet recibe 1.500 visitantes al mes

Hoy se cumple el segundo aniversario de la declaración como Patrimonio de la Humanidad. Avances y nuevos desafìos

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Se cumplen hoy dos años en que un emblema platense pasó a integrar la selecta lista del Patrimonio de la Humanidad. La Casa Curutchet, junto a otras dieciséis obras de Le Corbusier, fue consagrada el 16 de julio de 2016 con esa categoría que otorga la Unesco a las piezas culturales y los escenarios naturales que considera, por su valor, después de un muy largo y complejo proceso, propiedad del mundo entero. A partir de la declaración, el inmueble que caracteriza el inconfundible estilo del arquitecto suizo, fue un desfile continuo no ya sólo de estudiantes y profesionales vinculados al diseño y la construcción sino también del público lego, interesado en recorrer esos singulares recovecos rodeados del verde del Bosque. Con “picos” según la temporada, el lugar recibe hoy un promedio mensual de 1.500 visitantes.

El reconocimiento del Comité de Patrimonio Mundial, se recuerda, coronó en Estambul una labor por demás intensa de un equipo de expertos que trabajó desde la Argentina para que el inmueble platense integre la serie de los 17 bienes que representaron a la obra lecorbusiana. Entre otros edificios (también casas particulares, centros culturales y religiosos y una fábrica repartidos en tres continentes y siete países, la vivienda-consultorio de 53 entre 1 y 2 que le encargó diseñar el médico Pedro Domingo Curutchet a Le Corbusier a fines de los años 40, fue incorporada al lote que sintetiza la obra del proyectista por sus detalles extraordinarios desde el punto de vista arquitectónico.

Esta inscripción ubicó a la casa platense entre los once sitios patrimoniales del país, junto a paisajes naturales como las Cataratas del Iguazú o el Glaciar Perito Moreno.

Aquella declaratoria contribuyó, como se dijo, a aumentar la atracción que la casa del Bosque ejerce sobre el público en general, ya que a partir de entonces, y reforzado por distintas acciones culturales que por lo general se relacionan con la obra de Le Corbusier, tanto que en ese espacio calculan que ahora se puede hablar de 20 mil visitas al año.

De paseo por Italia

La inscripción de la UNESCO no sólo hizo multiplicar el interés en la Casa por parte de los visitantes sino también la convocatoria a sus autoridades para realizar actividades referidas a la obra de Le Corbusier en diversos lugares del país y del mundo. Semanas atrás, por caso, el espacio de divulgación cultural se hizo conocer en Italia, tanto en su capital, Roma, como en Vicenza. En esta última ciudad, en una de las obras más reconocidas del arquitecto renacentista Andrea Palladio, el Palacio Chiericati, sede del Museo Cívico, el director de la Casa Curuchet, el arquitecto Julio Santana, dictó la conferencia “El Aleph de la ciudad de La Plata” a la vez que se presentó la muestra Le Corbusier 130/70, que relata la historia del espacio platense en su contexto histórico y cultural y el proyecto de extensión universitaria “Máquina de habitar revisitada”, dirigido por la arquitecta Karina Cortina e integrado por estudiantes de la facultad de Arquitectura de la UNLP como Joaquín López, Iván Wenger y Dolores Rodríguez Molina.

En el mismo marco, se proyectaron las películas “La obra secreta” -recientemente filmada en la Casa Curutchet, protagonizada por el actor uruguayo Daniel Hendler y el platense Mario Lombard que interpreta a Le Corbusier, dirigidos por Graciela Taquini- y la ya clásica “El hombre de al lado” -rodada en la obra platense del célebre arquitecto y realizada por Andrés y Gaston Duprat y Mariano Kohn. Asimismo se presentó el video-danza “Promenade”, dirigido por Florencia Olivieri y Cirila Ferron.

Las actividades se llevaron a cabo a partir de una invitación de la Asociación de Arquitectos Italianos ALA Assoarchitetti.

 

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