Por M. SPEZZAPRIA.- Intendentes del Conurbano le piden a la Iglesia una mediación con Vidal
Edición Impresa | 20 de Septiembre de 2018 | 02:15

Mariano Spezzapria
mspezzapria@gmail.com
“Estamos a tiempo de evitarlo. No es por ahora la misma crisis que en 2001”. La frase pertenece a un intendente del PJ bonaerense que ayer acudió a la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en la búsqueda de que la Iglesia inicie una mediación para que la gobernadora María Eugenia Vidal convoque a una mesa de diálogo que atienda la situación social del Conurbano.
El jefe comunal que dialogó con EL DIA formó parte de una delegación de intendentes de las secciones Primera y Tercera que fueron recibidos por el titular de la Pastoral Social, el obispo lomense Jorge Lugones, y por sus colegas Fernando Maletti (Merlo-Moreno) y Jorge Vázquez (Morón). Durante dos horas, los protagonistas trazaron un “crudo diagnóstico de emergencia”.
En ese contexto, los obispos hicieron su propio reclamo a los intendentes: que “transmitan esperanza” y no sólo cuestionamientos. Los prelados entienden que esa sería la forma de tender un puente con Vidal, que los recibirá el viernes. De ese encuentro tomarán parte Lugones y todos los obispos del Conurbano, además del jefe de la Diócesis de Mar del Plata, Gabriel Mestre.
El Gobierno bonaerense focaliza su atención justamente en esas regiones de la Provincia: el Conurbano y la periferia de Mar del Plata. Vidal encabezó ayer una reunión del Gabinete en Bahía Blanca, donde el vicegobernador Daniel Salvador precisó: “Concluimos que es prioritaria la asistencia social; aumentamos el presupuesto para atender a los sectores más necesitados”.
Mientras tanto, en el Episcopado de la calle Suipacha porteña los intendentes peronistas relataban “cómo está creciendo la pobreza y cómo se demanda comida a un aumento del 100% en todos los distritos”, dijo uno de los presentes a este diario. Ese es precisamente uno de los puntos que tiene a mal traer a los jefes comunales: la ayuda alimentaria es destinada a los movimientos sociales.
“Eso no está mal, pero nosotros tenemos una demanda espontánea en los municipios”, alertaron ante los obispos Lugones, Maletti y Vázquez. Los tres acordaron integrarse a las mesas de diálogo social que comenzaron a reunirse en cada distrito, sobre la idea eclesiástica de que “todos tenemos responsabilidad sobre la paz social”. La mira está puesta en evitar disturbios a fin de año.
En la administración bonaerense siguen con atención una zona que denominan como “el triángulo de las Bermudas”, en referencia a los partidos de Moreno, Merlo y José C. Paz. En ese sentido, otro intendente consultado ayer por EL DIA recordó que los saqueos de 1989 y 2001, que desestabilizaron a Raúl Alfonsín y a Fernando de la Rúa, comenzaron en el partido de Moreno.
El intendente de ese distrito, Walter Festa, estuvo ayer en el Episcopado. También fueron de la partida Alberto Descalzo (Ituzaingó), Leonardo Nardini (Malvinas), Juan Zabaleta (Hurlingham), Santiago Maggiotti (Navarro), Ariel Sujarchuk (Escobar), Fernando Gray (Echeverría), Mariano Cascallares (Brown), Verónica Magario (La Matanza) y Gabriel Katopodis (San Martín).
Los jefes comunales exhibieron su malestar con la negativa de la gobernadora Vidal a convocar a una mesa de diálogo –”nos dijo que no en un programa de televisión”, afirmaron- y también por la eliminación del Fondo Sojero, que el Gobierno nacional intentó reparar al crear un instrumento de financiamiento por 4.000.000 de pesos, la quinta parte de las partidas previstas inicialmente.
Como sea, la movida de los intendentes también lleva una carga política, en la antesala del 2019 electoral.
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