Lo contrataron para custodiar a la hija del dueño de Ossira y cayó por su secuestro

Por el caso ya había sido detenido su hermano. Un viejo Falcon y los contactos telefónicos fueron clave para avanzar en las capturas

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La causa que investiga el secuestro de la hija del dueño de la firma de ropa femenina Ossira tiene ya dos detenidos. El último en caer fue el custodio de la familia, cuyo hermano ya había sido detenido sospechado de ser quien mantuvo cautiva a la chica el domingo pasado, durante dos horas.

Fuentes de la investigación confirmaron que el análisis de las comunicaciones de los teléfonos celulares del custodio y de su hermano fueron esenciales para que la Justicia ordenara la aprehensión del vigilador, que fue atrapado en la calle por personal de la DDI de Pergamino.

El hecho ocurrió el domingo a las seis de la mañana, cuando Inés Sterlicchio, de 18 años, llegaba a su casa de Pergamino a bordo de una camioneta Jeep Grand Cherokee.

El custodio Raúl Romero dijo, inicialmente, que había intentado evitar el rapto y fue baleado por los delincuentes, que lo encerraron en el baúl y se lo llevaron junto a la chica. La camioneta apareció quemada poco después en una zona suburbana de esa ciudad.

Mientras tanto, Alberto “Beto” Sterlicchio, padre de la adolescente y dueño de la firma, recibió una llamada extorsiva en la que le exigían el pago de un millón de pesos para liberar a su hija.

No trascendió cuánto, pero el empresario juntó dinero y acordó llevarlo a un punto a la vera de la ruta 8.

Sin embargo, antes de que alguien fuese a retirar el dinero, los captores soltaron a Inés en el barrio Tupac Amaru.

La joven luego reconoció que había estado cautiva en un Ford Falcon destartalado que apareció en un descampado en las afueras de Pergamino. Ese auto es propiedad del custodio contratado por el empresario para cuidar de su familia.

La policía recuperó el dinero allí donde el dueño de Ossira lo había dejado.

Los investigadores no tardaron demasiado en detectar que el hermano del custodio, José Romero, había participado del hecho. Estuvo prófugo hasta la madrugada del martes, cuando la policía lo encontró.

Estaba escondido dentro de un auto, debajo de un puente ubicado en el cruce de la ruta 8 y el camino a la localidad de Bigand, provincia de Santa Fe. Quiso huir a pie por el campo. No pudo.

 

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