Se nota cierto escepticismo sobre la validez de esta comprobación

Edición Impresa

Agustín García Iglesias

Doctor en Matemática (*)

Se sabe que los números primos son infinitos pero no es posible predecir con una fórmula cómo se distribuyen entre los números enteros. Lo que se supone que acaba de probar Michael Atiya es una hipótesis planteada hace 160 años por un matemático llamado Riemann que tiene implicancias sobre esa distribución.

Lo cierto es que hasta ahora la comunidad matemática se ha mostrado un poco escéptica sobre la validez de esta comprobación. Y es que se trata de un problema tan viejo que se esperaba que fuera resuelto con una idea muy novedosa (como ocurrió hace veinte años con la Hipótesis de Poincaré, un problema de una complejidad similar) y Atiya no utilizó ninguna idea novedosa para su prueba. Es por eso que muchos creen que si el planteo realmente fuera correcto habría aparecido antes.

(*) Investigador del CONICET

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE