Dramático rescate de una jubilada de 95 años que estuvo 14 horas en un pozo
Edición Impresa | 9 de Septiembre de 2018 | 03:09

Bomberos, policías y otros rescatistas calificaban ayer de “milagroso” y “asombroso” que la mujer de 95 años que cayó en la noche del viernes a un pozo de 4 metros de profundidad en el patio de su casa haya logrado sobreponerse a esa terrible situación, sobre todo porque permaneció allí alrededor de 14 horas.
Inés Mirella Albertini -así fue identificada- recién pudo ser socorrida a las 10 de la mañana de ayer, una vez que a su casa de 43 entre 10 y 11 llegó la mujer que habitualmente la cuida y se alarmó por no encontrarla. Un rato después descubrió espantada que Inés estaba dentro del pozo.
Enseguida se comunicó al 911 y pocos minutos después arribaron efectivos de la comisaría Segunda, quienes a su vez convocaron a los bomberos del cuartel central de La Plata.
Según se informó oficialmente, del operativo montado en el lugar participó el Grupo Especial Salvamento y Rescate dependiente de la Superintendencia de Seguridad Siniestral, del ministerio de Seguridad provincial, así como personal de Defensa Civil de La Plata.
Con equipamiento especial para trabajar en estas delicadas emergencias, y con un bombero que bajó al pozo para darle contención psicológica, los rescatistas pudieron liberar a la jubilada de esa horrible situación. Fue al cabo de una hora de intensa pero cuidadosa labor.
Recién cuando lograron ponerla a salvo, Inés fue trasladada en una ambulancia del SAME al hospital San Roque, de Gonnet.
Allí los médicos lograron estabilizarla y brindarle la asistencia necesaria para que pueda recuperarse paulatinamente del duro trance que le tocó afrontar. Se estima que seguirá internada en ese mismo hospital algunos días más, hasta que pueda reponerse del todo.
Voceros oficiales confirmaron que la jubilada sufrió traumatismo de cráneo y la fractura de algunas costillas por la caída en el pozo. De cualquier modo le harán placas radiográficas “para confirmar o descartar otras lesiones”.
Las mismas fuentes indicaron también que Inés “en todo momento estuvo consciente”.
No está claro por qué se abrió ese hueco en el fondo del terreno, pero se presume que estaba cubierto por maderas u otros materiales, que cedieron por el paso del tiempo.
una noche con frío y angustia
Una de las personas que intervino del rescate de la jubilada en su casa fue el comisario Ernesto Usain, jefe del cuartel central de Bomberos La Plata.
En una charla con este diario reveló detalles del procedimiento que permitió salvar a Inés en circunstancias complejas y después de que ella permaneció tanto tiempo a la intemperie.
“Tuvimos que aplicar estrictamente el protocolo previsto para esta clase de emergencias”, explicó Usain, detallando que un bombero bajó hasta el final del pozo “con los cuidados del caso”, porque el lugar tiene “30 centímetros de diámetro”, indicó.
Quien tuvo a cargo esa tarea fue el oficial subayudante Emanuel Roldán. “Apenas lo vio, Inés lo agarró fuerte de un brazo y le pidió por favor que la ayudara”, contó Usain.
El bombero colocó un saco sobre los hombros de la víctima para abrigarla después de una larguísima noche de angustia, miedo y frío.
“Además, hay que tener en cuenta que ella estaba tirada en el piso del fondo del pozo, donde había 10 centímetros de agua”, apuntó el bombero. Finalmente, la mujer fue subida a la superficie con cuerdas y un trípode, preservada con un cuello ortopédico y un arnés especial, para evitar cualquier tipo de lesión cervical.
Todo el operativo demandó casi dos horas de trabajo, tiempo que Roldán se mantuvo al lado de Inés “en una tarea paciente y cuidadosa. Le explicó cómo íbamos a sacarla”, contó el jefe del cuartel.
Horas después, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, felicitó públicamente a los “policías y bomberos que trabajaron en el rescate de Inés”.
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