Pies de diez

Qué hacer para que luzcan bellos en esta época, en la que quedan más expuestos

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Con la llegada del verano, los pies están más a la vista y menos protegidos por las medias y el calzado. Por eso los podólogos alertan sobre la importancia de cuidarlos en los días de calor.

Higiene: debido al calor y la humedad, la proliferación de bacterias, hongos y papilomas, en playas, spas y hoteles está a la orden del día en verano. Se puede prevenir la aparición de estos microorganismos evitando ir descalzos en estos entornos y, en general, manteniendo siempre los pies secos y limpios, especialmente entre los dedos, ya que esta zona es propensa a acumular humedad y puede convertirse en el perfecto caldo de cultivo para bacterias y hongos.

Sequedad y heridas: es importante hidratarlos porque la piel deshidratada, desnutrida y debilitada es un riesgo para la aparición de microorganismos potencialmente contagiosos.

Calzado adecuado: si lo que se lleve en los pies queda demasiado ajustado, no va. El zapato no ensanchará si no es a costa del pie, por tanto, la aparición de rozaduras, ampollas, callos o dolor no debe considerarse algo normal. Y tampoco que el quinto dedo se meta hacia dentro o quede atrapado bajo la tira de las sandalias.

Por tanto, elegir un buen calzado no sólo es importante sino que es fundamental para la salud de los pies. Se debe tener en cuenta que la principal función del calzado es proteger a los pies del suelo, por tanto, debe ser cómodo y adecuado.

Los especialistas recomiendan elegir un calzado de buena calidad, acorde a la actividad que se va a realizar, con una buena sujeción (ya sea mediante cordones, velcros, hebillas o tiras) tanto en la zona del empeine -dorso del pie-como del tobillo, que sea transpirable y cuente con un tacón medio que permita al pie conservar su forma natural.

Uno de los calzados estrella en el verano son las ojotas, muy de moda esta temporada. Hay mucha gente que las utiliza durante todo el día y para diferentes actividades. Pero los especialistas en podología no aconsejan un uso continuado de ellas ya que, mucha gente acude a la consulta con fascitis plantar.

No es aconsejable el uso continuado de las ojotas ya que, al no sujetar nada, produce la garra de los dedos para aumentar la estabilidad, con la consecuente deformidad de los mismos y la aparición de callos y dolor.

Esto provoca lesiones y dolencias graves en dedos como luxaciones y fracturas, torceduras o esguinces en tobillos, tendinitis de Aquiles o del abductor del primer dedo, entre otras.

Un buen sustituto de las ojotas son las sandalias. Son igual de frescas, pero tienen una mejor sujeción, ya sea mediante cordones, velcros, hebillas o tiras, tanto en la zona del empeine como en el tobillo. La altura adecuada es un taco medio que permita al pie conservar su forma natural y deben estar hechas de un material de calidad que evite rozaduras y molestias.

Poco esmalte: su uso no está contraindicado pero se debe tener en cuenta que los esmaltes permanentes y semipermanentes pueden dañar las uñas, dando lugar a la aparición de infecciones. Lo más recomendable es, además de limitar su uso, aplicar una base protectora antes del esmalte y eliminarlo con un producto adecuado en un periodo corto de tiempo, permitiendo de esta manera que la uña respire.

Deporte seguro: elegir un calzado transpirable y colocar las medias sin dobleces ni arrugas evitará la aparición de rozaduras, ampollas y posibles infecciones, molestias habituales en días de calor en los que nuestros pies sufren de mayor sudoración.

Filtro solar: es importante, además, proteger los pies del sol con un factor de protección solar alto, especialmente en los empeines puesto que esta zona se suele olvidar y es habitual sufrir quemaduras molestas.

Elegir un buen calzado no sólo es importante sino que es fundamental para la salud de los pies

Hay que cuidar los pies del sol con un factor de protección solar de alta obertura

 

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