Sin fin, el flagelo de la violencia de género se llevó la vida de otra mujer

“El femicidio es una de las formas más extremas de violencia hacia las mujeres. Es el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”, define la asociación Casa del Encuentro en un informe estadístico sobre ese flagelo en la Argentina en la década de 2008 a 2017: 2.679 casos. La alarma de las cifras suena cada vez más fuerte: en 2018, el Observatorio Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana) registró 259 casos y en lo que va de este año, en apenas dos semanas se sumaban 9 crímenes de estas características. La espeluznante sangría siguió en el primer día de la segunda quincena del mes, con el asesinato de una oficial de la Policía, en Cañuelas, por parte de su pareja, otro oficial de la fuerza que fue detenido ayer mismo.

Según informó la Policía, Romina Ugarte (26) fue ejecutada de un disparo de arma de fuego en la cara, en una vivienda situada en la calle Echeverría 2.256, por su pareja Nicolás Agüero (27).

Según los primeros tramos de la investigación que se desarrolla en el Departamento Judicial de La Plata, ambos estaban afectados al Operativo Sol pero ayer estaban con franco de servicio en la casa que Agüero alquiló para pasar el verano mientras cumplía con este destino temporario, ya que no es de Cañuelas.

Siempre según las fuentes, estaban almorzando cuando Ugarte recibió el disparo mortal entre las cejas y la nariz. Testigos relataron a los investigadores que el policía salió a la calle gritando “la maté sin querer”. Luego habría señalado que le apuntó a su pareja pensando en que el arma estaba descargada.

Tras constatarse el deceso de la mujer, efectivos de la comisaría primera de esa ciudad arrestaron a Agüero.

Según contó una fuente de la Policía, quedó como testigo de esa tragedia una pequeña hija de la mujer.

Es la segunda agente de la policía Provincial víctima de femicidio en pocos días. En la madrugada del 8 de enero, Gisel Romina Varela (33) fue asesinada en la parada de un micro, en el centro de Mar del Plata y por el femicidio fue detenido e imputado Sergio Alejandro Cejas. El hombre tenía una restricción de acercamiento hacia la víctima desde agosto.

La violencia no para. Tras un caso en San Fernando -ver aparte-, el 30 de diciembre, en esa madrugada del 1º, Celeste Castillo (25) fue asesinada de dos disparos. Según la investigación el autor fue Héctor Montenegro, su pareja, policía en Santiago del Estero. Luego, se suicidó.

En los días sucesivos se sumarían los femicidios de Valeria Juárez (32), Daiana Moyano (24), Joselín Mamani (10), Liliana Loyola (64), Susana Yas (77), Agustina Imvinkelried (17) y Danisa Canale (38).

La muerte de Agustina, en la ciudad de Esperanza, Santa Fe, generó una fuerte conmoción el pasado fin de semana. La adolescente fue golpeada, estrangulada y enterrada viva, a unos 300 metros del boliche en el que se había divertido junto a un grupo de amigos. Las cámaras del predio la tomaron cuando se retiraba caminando, hacia una ruta que comunica -en pocas cuadras- al local con el centro de la ciudad, pero nunca llegó a la casa donde iba a dormir esa madrugada.

Las pistas de su desaparición conducían en la mañana del domingo a Pablo Trionfini (39). El principal sospechoso se suicidó en su casa antes de ser capturado por la Policía.

Se investiga si la joven recibió la descarga de violencia en medio de un ataque sexual. También, si tenía algún vínculo con Trionfini, con quien se la ve cruzar algunas palabras en imágenes tomadas por otra cámara.

Testigos relataron a los investigadores que salió a la calle gritando “la maté sin querer”

El hombre, que se colgó en medio de un operativo y de la reacción de amigos de la chica que querían lincharlo, vivía a pocos metros de una amiga de Agustina, en cuya casa ella iba a dormir ese día.

A menos de 48 horas de ese caso, en Villa Gobernador Gálvez, otra ciudad santafesina, Danisa María del Luján Canale murió en el hospital tras llegar con diagnóstico de muerte cerebral y pérdida de masa encefálica.

Según la Policía local, el marido de la víctima, Jorge Egidio Trossero (50), llamó por teléfono a la policía a las 16.50 para decir que lo fueran “a buscar porque había matado a su mujer”.

Intentó degollarla y quemarla

En este contexto, ayer fue arrestado en Ezpeleta, Quilmes, acusado de intentar degollar y prender fuego a su mujer durante el festejo de cumpleaños de uno de sus hijos, en Ezpeleta.

Se trata de Maximiliano Domínguez (29), quien quedó a disposición judicial acusado del ataque cometido contra su pareja, Paola Vega (31).

Según la Policía, el lunes, cerca de las 21.30, cuando la pareja celebraba el cumpleaños de uno de sus dos hijos en su casa, el hombre salió de la habitación matrimonial y comenzó a insultar a los familiares que participaban del festejo. Luego, le arrojó la torta de cumpleaños a su mujer, echó a los parientes y obligó a sus hijos a encerrarse en la pieza.

Según la Policía, tomó un cuchillo de cocina, se lo colocó en el cuello a Vega y le produjo un corte mientras le decía que iba a matarla.

Según la denuncia, el atacante roció a la víctima con aguarrás y amenazó con prenderla fuego, aunque no llegó a hacerlo aparentemente porque no encontró un encendedor. La mujer herida con un corte y atada quedó tendida en el pasillo de la casa, donde fue hallada por la policía que llegó tras un llamado al 911.