Hantavirus: monitorean la evolución del esposo y el hijo de la víctima de Castelli

El hombre está internado en el Hospital San Martín de nuestra ciudad y el nene en el Garrahan. No está confirmado que hayan contraído la enfermedad, sino que los atienden por prevención. El pintor de Berisso, “grave pero estable”

Edición Impresa

Tras el fallecimiento el sábado último de la vecina de esa ciudad que no logró recuperarse del hantavirus contraído en un galpón rural, Castelli, el pueblo bonaerense situado a poco menos de 150 kilómetros de La Plata, no alcanza a apaciguar la conmoción que provocó esa muerte que ahora vive en vilo por la evolución del esposo y del pequeño hijo de la joven, internados ambos en distintos servicios de terapia intensiva, sin síntomas de la enfermedad, según se señaló desde el ministerio de Salud provincial, pero en observación minuciosa por el hecho de haber compartido con la mujer el espacio infestado de roedores.

En tanto, el Municipio continúa con los operativos de control de plagas en diversos puntos de esta ciudad, y dentro de ese contexto consiguió ayer la autorización judicial que necesitaba para ingresar a la casa que fuera de Ricardo Barreda (deshabitada desde 1992, cuando el odontólogo cometió los femicidios contra su esposa, sus dos hijas y su suegra). Ocurrió que ahora, con el rebrote del hantavirus, los vecinos más cercanos a la casona de 48 entre 11 y 12 venían exigiendo a la Comuna tareas de limpieza en la propiedad.

Tras acceder al lugar, el equipo de especialistas que intervino en los trabajos de limpieza se encontró con una ardua tarea por cumplir. “En el interior de la vivienda nos encontramos con un importante abandono -consignó el secretario de Espacios Públicos y Gestión Ambiental. Marcelo Leguizamón-. Y tuvimos que despejar todo lo que se encontraba en el patio, ya que existía una gran vegetación que podía presentar mayores dificultades”.

Dolor, espera y angustia

En Castelli, de donde era oriunda Thais Pérez -34-, un municipio que apenas supera los 8 mil habitantes, a la tristeza del fallecimiento de la joven, que era hija de un reconocido médico y militante político de esa ciudad y madre de tres chicos, se le suma la enorme preocupación que generó la detección de ratones colilargos (los roedores que si están infectados son los agentes transmisores del hantavirus) en el establecimiento agrario donde la mujer se contagió la enfermedad. En ese ámbito estuvieron también el marido de Thais y su hijo menor, de tres años.

Según dijo el intendente de ese distrito, Francisco Echarren, al referirse a la internación del padre y su hijo, esa determinación se habría tomado porque ambos manifestaron “síntomas compatibles” con el virus; en cambio, el director de Epidemiología de la Provincia, Iván Insúa, remarcó a este diario que la internación de los nuevos pacientes se debió a razones “preventivas” y “para seguir su evolución”, pues, destacó que “se encuentran asintomáticos”. Se decidió hospitalizarlos (el hombre en el San Martín de nuestra ciudad y el nene en el Garrahan de la capital federal), de acuerdo a lo subrayado por el funcionario de la cartera sanitaria, “porque tienen una fuente común de contagio en un campo de Castelli”. Es que en el mismo galpón donde el ministerio de Salud halló ratones infectados estuvieron Thais, su marido y el más pequeño de los hijos.

En terapia intensiva del Hospital San Martín, por otra parte, sigue internado el vecino de Berisso con la confirmación del diagnóstico que corresponde al hantavirus. Fuentes de ese centro asistencial señalaron que el paciente “continúa estable, sin complicaciones dentro de su cuadro, que es de gravedad”.

Se cree que ese hombre, de ocupación pintor, contrajo el virus durante algunos de los trabajos que le habían encargado en La Plata.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE