Cámaras ubican a Campos en la zona donde apareció el celular de Gissella
Edición Impresa | 29 de Enero de 2019 | 03:21

El tórrido miércoles 16 de enero debió ser intenso para Abel Casimiro Campos (55), a juzgar por la cantidad de actividades y movimientos que testigos y registros fílmicos le adjudican. Algunas de esas situaciones fueron ya descartadas, pero otras se han ido confirmando con el avance de la investigación. Una de ellas es su paso por los alrededores de la zona donde una mujer encontró, cerca de las 4 de la tarde de ese día, el celular Samsung J6 negro y dorado de Gissella Solis Calle (47), desaparecida desde entonces.
Ya se sabía que Campos había ido a la Terminal a comprar el pasaje con el que viajó al día siguiente a Lobería, pero una cámara lo filmó cerca de 1 entre 40 y 41, donde el teléfono fue abandonado sobre un paredoncito de 1,50 metros.
El dato ayuda a reconstruir los movimientos de este hombre que hace una semana se mató de un tiro en el hotel a donde llegó buscándolo la Policía, en virtud del objetivo prioritario que tiene hoy la fiscal Ana Medina, a cargo de la causa: encontrar a Gissella.
Con ese mismo propósito se hizo ayer un nuevo rastrillaje en la zona de Berisso, que involucró, de nuevo, a 200 agentes de la DDI La Plata, Comunicaciones, Científica, Canes, Caballería, Siniestral y equipos de búsqueda y rescate, además de bomberos y otras reparticiones policiales, con kayaks y botes que aportaron Bomberos Voluntarios de Berisso, Ensenada y Magdalena.
El operativo de ayer arrancó desde el cruce de las avenidas 66 y Montevideo, y se levantó varias horas después, sin resultados. Es el sexto rastrillaje que se hace desde que la familia de la odontóloga radicó una denuncia por averiguación de paradero. Los anteriores fueron en Guernica, Magdalena, La Plata y Ensenada, con el secuestro de algunos elementos que, se determinó después, no estaban ligados con este caso.
El día anterior a la desaparición de Gissella, Campos le dio 60 mil pesos para su consultorio
Así, este fin de semana la fiscal ordenó que la búsqueda tuviera como eje la casa de Solis Calle, en 127 entre 57 y 58, para “trabajar en forma de espiral, saliendo desde allí hacia el barrio”, anticipó una fuente.
A esta altura parece inminente que el Ministerio de Seguridad autorice la oferta de una recompensa para obtener datos que ayuden a saber qué pasó con Gissella, mientras que su familia encara su propia búsqueda, a partir de información que obtienen por distintas vías.
Lo que se sabe hasta ahora es que el miércoles a la madrugada Campos estuvo en la casa de la odontóloga, a partir de testimonios y material obtenido de cámaras de monitoreo que registraron el paso de su camioneta Nissan X Terra amarilla con vidrios polarizados.
Poco antes de las 7 de la mañana fichó el ingreso (por huella dactilar) en IOMA, donde integraba el departamento de Veteranos de Malvinas y planeaba jubilarse desde marzo. Esa misma mañana otras cámaras lo ubican en los alrededores de 12 y 46 y también en 1 y 50, en tanto que ahora se sumaron los registros cercanos a 1 y 40, de la tarde del 16 de enero, y se descartó que haya estado en Guernica, como había declarado en un primer momento un amigo suyo.
El jueves, en tanto, Campos fue a IOMA, luego a tomar café con amigos, entregó la nota para pedir su jubilación en el trabajo (donde muchos recuerdan haberlo visto ese día de buen ánimo), dejó la camioneta en el taller porque tenía un problema con el embrague y se fue en colectivo a su quinta en un paraje rural de Lobería, donde viven su mujer y su hijo menor, de 16 años. La mayor, de 21, estudia y está radicada en La Plata, aunque entonces estaba allí. Habrían pasado parte del fin de semana en Necochea y el sábado a la noche, a su regreso, la policía rural le entregó a Campos una citación para que se presentara a declarar en la DDI.
La esposa dijo ante la fiscal que Abel adjudicó ese requerimiento a “una cuestión laboral” sobre la que ella “no preguntó nada más”, pero que la convenció de traerlo el domingo a La Plata. En el trayecto él le entregó las tarjetas de crédito, débito y sus claves porque “no se sentía bien y tenía previsto hacer una consulta en Favaloro”.
Se supone que tomaba esa precaución por si quedaba internado y ella necesitaba efectivo, aunque es probable que la mujer no supiera que Abel había retirado el lunes todos los fondos de una cuenta, luego de que le otorgaron 60 mil pesos de un préstamo preacordado que solicitó al banco Provincia para ayudar a Gissella a montar su propio consultorio en la planta baja de su casa. “Ella ya había comprado varias cosas y él le dio ese dinero, convertido en dólares, el mismo lunes”, dijo un investigador. ¿Por qué discutieron fuertemente el martes? No hay certeza.
Sí se sabe que el domingo a la tarde la esposa de Campos lo dejó en la esquina de su casa en City Bell y que regresó a Lobería. Él le pidió entonces a su hermano que lo llevara hasta la zona de 15 y 40, “para ver a un amigo”, tras lo cual se alojó en el cuarto 12 del hotel Catedral, en 49 entre 14 y 15. Tres horas después, cuando lo localizó la DDI, sacó una carabina del bolso y se mató.
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