El 30 de junio, la fecha que se baraja para votar gobernador en la Provincia

Es una de las alternativas en danza si es que prospera el proyecto que se impulsa desde la Gobernación para adelantar las elecciones bonaerenses y que por ahora es rechazado por la Casa Rosada. La presión de Massa

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El gobierno nacional mantiene su postura refractaria, pero en la Provincia se abrazan a la ilusión de que esa posición se ablande y alumbre un acuerdo que le permita a María Eugenia Vidal adelantar las elecciones.

En medio de negociaciones que incluyen al oficialismo pero también a sectores de la oposición, hay una fecha que por estas horas estaría ganando terreno para el caso de que la Casa Rosada finalmente de el OK. Todo es tentativo y tiene el carácter de provisional, pero la idea es que esos comicios se desarrollen el domingo 30 de junio.

Ese día está marcado en el imaginario calendario electoral que está en la cabeza de los funcionarios bonaerenses, abocados por estos días a mostrar ante sus pares nacionales los “beneficios” que tendría para la candidatura presidencial de Mauricio Macri un triunfo previo de Vidal en la Provincia.

Le fecha no sería caprichosa. Responde en primera instancia, a la necesidad de contar con el tiempo suficiente como para sancionar un paquete de leyes necesario para poder avanzar con el eventual adelantamiento. Y luego, realizar la convocatoria oficial a elecciones.

Ya lo contó este diario. El primer paso es suspender la ley que instaura las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que obliga a la Provincia a celebrarlas en la misma fecha que las nacionales que se realizarán en agosto.

El segundo proyecto es cambiar el Código Electoral que establece que los comicios en la Provincia deben realizarse entre 30 y 120 días antes de la finalización del mandato de la gobernadora.

Habría una tercera ley a la que meter mano. La del cambio del sistema de votación, ya que se podría ir hacia una aplicación de la boleta única de papel -como la que se usa en Santa Fe- en lugar de la tradicional sábana, un planteo de Sergio Massa para acompañar el posible adelantamiento y, de paso, intentar por esa vía un camino más despejado para procurar retener los municipios propios como Tigre, San Fernando y Necochea, entre otros.

Todas estas iniciativas deben atravesar el filtro de la Legislatura. Apurando el paso, el oficialismo podría tenerlas listas, junto al massismo, hacia mediados o fines de marzo.

Luego vendría el llamado y el cronograma electoral que demandaría, a paso ajustado, unos 75 días.

Ese esquema tentativo, como se dijo, requiere de un acuerdo político con el propio Mauricio Macri que hoy parece lejos.

En la Rosada creen que la mejora manera de potenciar el proyecto de reelección del Presidente es que el mismo día, esto es, en octubre, se realicen los comicios nacionales como así también en la Provincia y en Capital Federal.

En la Gobernación tienen una lectura distinta. Creen que un triunfo previo de Vidal robustecería esa candidatura presidencial. Echan mano además a lo que ocurrió en 2015: Macri terminó siendo electo en el ballotage de noviembre, un mes después de que la gobernadora diera la nota derrotando a Aníbal Fernández.

Pero hay otras cuestiones que tienen su propio peso. Hoy Macri mide varios puntos menos que Vidal en territorio bonaerense. Y en sectores de Cambiemos creen que con una elección nacionalizada, pesará más la imagen del Presidente que la de la Gobernadora. Esto es, Vidal podría ser arrastrada por los números menos favorables de Macri.

Agiganta esa idea el hecho de que enfrente aparece Cristina Kirchner quien, justamente, concita su mayor fortaleza en el Conurbano. Allí recoge adhesiones que duplican lo que obtiene en otras provincias. En ese contexto, para no pocos dirigentes de Cambiemos el riesgo de perder la Provincia no es menor.

La cuestión de la fecha tampoco aparece exenta de tironeos. Es allí cuando entra en escena Massa, el socio clave que necesita Vidal para que el proyecto de adelantamiento prospere si finalmente la Casa Rosada accede a darle vía libre a la mandataria.

El tigrense sería de la idea de llevar las elecciones un poco más adelante. Hay quienes dicen que le gustaría que fuesen el 9 de junio.

Las razones tienen que ver con la construcción del proyecto presidencial de Massa y la necesidad de ampliar su base de sustentación en la Provincia. Pero ¿por qué el 9 de junio?

Massa pretendería que en la Provincia todo esté decidido antes de otra fecha clave: el 22 de junio, cuando vencería el plazo, de acuerdo al calendario nacional tentativo, para la presentación de listas de los candidatos a presidente y diputados nacionales.

Cerca del tigrense especulan con que cuando llegue el 22 de junio los intendentes peronistas de Conurbano habrán podido, en su mayoría, ser reelectos. Y que, en consecuencia, se habrán librado del corset de Cristina Kirchner y la necesidad de jugar bajo su paraguas por ser la candidata presidencial que mejor mide.

Es allí donde Massa ve una oportunidad de pescar en un territorio que hoy parece prohibitivo. Cree que esos alcaldes podrían sumarse al peronismo federal si la elección bonaerense fuera antes del cierre de listas nacional. Y así, tendría chances de contar con un respaldo territorial que hoy se ve acotado a su tropa amiga.

 

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