Don Hertzfeldt en el Select: la soledad de los “hombres-palito”
Edición Impresa | 1 de Octubre de 2019 | 03:41

“Lo primero que vi de Don Hertzfeldt fue ‘Wisdom teeth’, justo uno de sus cortos que tiene ese tono marcado entre lo absurdo y humor negro, y te quedás pensando qué carajos viste”, cuenta Tamara Camparo, una de las programadoras del Ciclo Videodromo que el sábado dedicará su función de las 19.30, en el Cine Select, al animador norteamericano.
El primer acercamiento a la obra de Hertzfeldt suele ser similar. Primero, el encuentro con las superficies extrañas, raras, diferentes a la animación que acostumbramos ver: sus personajes dibujados con palitos, su técnica engañosamente simple. Luego, el disfrute de ese aspecto bizarro. Finalmente, la epifanía: detrás de esas superficies de figuras de palitos se expresa la insondable soledad del alma atrapada en un sistema cruel, aplastante.
“En su momento el impacto vino de la mano de la profunda sencillez minimalista que acompaña su obra en contraste con la búsqueda de la transmisión y exposición de un síntoma social problemático”, recuerda Rob Astami, otro de los programadores del ciclo. “Creo que el intento de trabajar esa premisa, junto con el rechazo abierto a las formas tradicionales de abordar el campo de la animación (desde la realización, pasando por la producción y la distribución), fueron los elementos que nos abrieron las puertas a su mundo y nos invitaron a explorarlo mucho más, hasta llegar a ‘La trilogía de Bill’, que es su gran obra maestra”.
El sábado desde las 19.30 se verán en el Select los primeros cortos de Hertzfeldt y la trilogía de Bill
Astami habla de “It’s such a beautiful day”, reunión de tres cortos sobre un personaje, Bill, que serán el plato principal del menú del sábado que mostrará la evolución del artista, proyectando desde los primeros cortos de su carrera, “Billy’s Balloon” (1998), “Rejected” (2000) y “The Meaning of Life” (2005), hasta su punto cúlmine, la desoladora trilogía de Bill, aquejado por una enfermedad neurológica y sufre visiones aterradoras (y la opresión de la vida cotidiana) mientras camina al borde de la muerte.
“En ‘It’s Such a Beautiful Day’ ya se observa a un Hertzfeldt mucho más maduro, lúcido y experimental, explorando a fondo los traumas de la personalidad de un personaje en el marco de una sociedad neurótica, apelando a recursos que lo aproximan al trabajo de directores como Stan Brakhage o David Lynch”, afirma Astami.
En ese cóctel de sorprendentes, rupturistas elementos de su obra, se esconde uno de los motivos por el cual Hertzfeldt tendrá su propia función en el ciclo.
“Tratamos de proyectar ‘animación no convencional’, animaciones de diferentes latitudes que escapen a ciertos paradigmas de producción estandarizada en técnicas y contenidos, y que quizás un poco va más allá de concebir la animación como algo orientado meramente a un supuesto ‘público infantil’, con ciertos parámetros”, explica en ese sentido Camparo la idea del ciclo programado por Videodromo.
“Con Hertzfeldt apostamos a traer una propuesta de animación más reciente, un animador joven, un animador profundamente independiente que ha utilizado el potencial de internet y de plataformas como Vimeo para impulsar, financiar y circular su obra”, agrega.
Y dice que “cuando se me viene esto a la mente no puedo dejar de pensar en el corto ‘Rejected’ (se verá el sábado), que en realidad es una serie de promos que había hecho para un canal familiar y como su título indica fueron rechazadas por lo absurdo y anti-comercial que podía ser para un canal así. Y que luego termina hasta siendo nominado a un Oscar”.
“Desde los 90, Don Hertzfeldt ha estado trabajando en un tipo de animación que se ha terminado convirtiendo en una marca estilística personal: el mundo de los dibujos animados de figuras hechas con palitos, figuras engañosamente simples que ha logrado transformar en símbolos de la inestabilidad inherente de la sociedad y su permanente estado de crisis”, aporta Astami.
Y Camparo suma que “lo que me transmite su obra es el tratamiento de la soledad. Sus personajes se encuentran en un mundo donde hay miedo a la soledad, paranoia, preguntas, en cierta manera lo tomo como un director muy contemporáneo en este sentido: considero que sus personajes son producto de ciertas fobias sociales, donde se ponen en juego la vorágine, el individualismo, la repetición, la incapacidad de comunicarse o de establecer vínculos. Pero aún en sus cortos más ‘surrealistas’ o cómicos puede haber un distanciamiento que da cuenta que el absurdo es parte de nuestras vidas y se puede vislumbrar la veta humorística en eso”.
Esa veta surreal lo llevó a convertirse hace algunos años en un realizador de culto entre los circuitos jóvenes, cumpliendo con todos los factores que se requieren para volverse cineasta de nicho: su humor absurdo tenía la calidad de lo viral, sí, pero como sugiere Astami, lo que lo hizo permanecer en medio del ruido atronador de los videos “simpáticos” de internet es su estilo distintivo y extraño, su forma de animar, una radical afronta al preciosismo y una oda al “hazlo tu mismo” (hace casi todo en solitario, y hasta usó solo lápiz y papel para sus cortos hasta ‘World of Tomorrow’) y al minimalismo en tiempos de cines (y animaciones mainstream) anabolizadas; y la evidencia de que detrás del gesto había sustancia.
Dos veces nominado al Oscar (también optó por el premio “World of Tomorrow”) y animador de una de las secuencias de introducción de “Los Simpson”, pocos saben su nombre: el sábado es entonces una chance ideal para acercarse a la experiencia Don Hertzfeldt.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE