Para Alberto, Cristina no tendrá poder de veto en el armado del gabinete

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Por MARIANO SPEZZAPRIA

@mnspezzapria

“Cero, cero, cero por ciento”. Esa fue la respuesta que dio ayer Alberto Fernández cuando le preguntaron si Cristina Kirchner tendrá capacidad de veto o injerencia en el armado del Gabinete nacional en caso de que el Frente de Todos confirme su victoria electoral el 27 de octubre.

La reacción del candidato presidencial más votado en las PASO de agosto no pareció solamente dirigida a negar que vaya a ser un presidente “títere” de Cristina, sino a enviar un mensaje a factores de poder que serán determinantes ante una posible renegociación de la deuda.

En el peronismo reunificado entienden que la relación con el poder político y financiero de los Estados Unidos será clave para el próximo gobierno. Y las señales que llegan desde Washington y Nueva York son negativas sobre el kirchnerismo y su postura respecto del caso de Venezuela.

Por ende, Alberto empezó a delimitar el terreno sobre el cual piensa armar su elenco de colaboradores más inmediato. “Tengo bastante definido cuál será el cuadro de cercanía en la gestión”, confesó en una entrevista con el programa radial del periodista Luis Novaresio.

En esa línea, se declaró partidario de que haya “un ministro de Economía fuerte”, al contrario de la fragmentación del área que impuso el presidente Mauricio Macri. “No tengo complejos de inferioridad”, chicaneó Alberto y enseguida agregó: “Tiene que poder resolver y decidir”.

Las primeras definiciones políticas que dio Alberto sobre su eventual Gabinete tuvieron lugar mientras el FdT hizo una pausa en la actividad proselitista, luego de varias idas y vueltas con declaraciones y proyectos confusos que lo llevaron a bajar la intensidad de la campaña.

De hecho, Alberto Fernández no tuvo actividad pública en los últimos dos días y, en privado, se limitó a visitar a Malena Galmarini, quien fue sometida a una operación, y a recibir en su bunker de la calle México a Natalia De la Sota, hija del ex gobernador y figura del FdT en Córdoba.

La cautela que adoptó el candidato a la Presidencia coincide ahora con el perfil bajo que viene manteniendo Cristina Kirchner. A tal punto, que la ex presidenta pasó buena parte de la campaña electoral en La Habana, Cuba, donde su hija Florencia es sometida a un tratamiento de salud.

De acá al 27 de octubre, en la agenda de la candidata a vicepresidenta sólo figuran dos fechas: el lunes que viene en Calafate, Santa Cruz, para una presentación de su libro Sinceramente; y el 17 de octubre en Santa Rosa, La Pampa, donde el FdT conmemorará el 17 de octubre.

En el Instituto Patria tiene más actividad que su madre Máximo Kirchner, quien encabeza diversas reuniones aunque de acuerdo a fuentes consultadas por EL DIA, enfocadas más en el día posterior a las elecciones nacionales que en la campaña.

Por la operación de su mujer, el primer candidato a diputado nacional Sergio Massa regresó en forma anticipada de un viaje a Estados Unidos, donde calificó como una “dictadura” al régimen venezolano de Nicolás Maduro, lo que fue interpretado como un cortocircuito con Alberto.

La relación entre ambos se mantiene en “buena sintonía”, aseguraron a este diario fuentes partidarias, aunque se sabe que la visión de Massa sobre Venezuela no es la misma que la de Cristina, que sigue en silencio al respecto.

El propio Alberto fijó ayer su postura, al cuestionar que el Grupo de Lima –donde tuvieron activa participación el presidente Macri y su par de Brasil Jair Bolsonaro- haya pedido “una intervención a Venezuela” en lugar de “ayudarla a encontrar una salida”.

 

 

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