Uruguay definirá en una segunda vuelta quién será el sucesor de Tabaré Vázquez

Daniel Martínez, del Frente Amplio (oficialista) y el centroderechista Luis Lacalle Pou disputarán el 24 de noviembre el ballotage

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MONTEVIDEO

El candidato presidencial del oficialista Frente Amplio (izquierda), Daniel Martínez, y el ex senador del Partido Nacional (centroderecha) Luis Lacalle Pou, disputarán la Presidencia de Uruguay en un ballotage tras los comicios de ayer, según resultados a boca de urna.

La proyección de la consultora Cifra otorga a Martínez un 37 por ciento de los sufragios, y a Lacalle Pou 29 por ciento. En tanto Factum da 39,9 por ciento al oficialista Frente Amplio y 29,1 por ciento al Partido Nacional.

Los porcentajes indican que habrá segunda vuelta electoral el 24 de noviembre para la que Lacalle Pou espera contar con el apoyo del liberal Ernesto Talvi, del Partido Colorado, ubicado en tercer lugar con 12 a 13 por ciento de los sufragios, y del derechista ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto, con 10 a 11 por ciento de los votos.

En la segunda vuelta, Lacalle Pou espera contar con el respaldo del Partido Colorado

 

El Frente Amplio, que gobierna desde 2005, es “la fuerza (política) más importante de Uruguay”, se congratuló Martínez y anunció que iniciará un camino “de diálogo” con vistas a ganar la segunda vuelta.

Martínez dijo que el Frente Amplio “apuesta a las certezas” y ofrece “estabilidad” y “no ajustes con un destino de incertidumbre”, por lo que pidió a sus militantes “redoblar el trabajo”.

Los primeros resultados suponen un duro golpe para el Frente Amplio que pierde su mayoría parlamentaria con la que gobernó durante tres períodos consecutivos a partir de 2005, y deberá pugnar en solitario por la Presidencia.

DOS VISIONES DE PAÍS

Mientras Martínez, un ingeniero de 62 años, propone la continuidad de las políticas del Frente Amplio Lacalle Pou, un abogado de 46 años, plantea cambios en gasto público o política exterior.

Durante la campaña el candidato opositor ha sido un duro crítico del persistente déficit fiscal en Uruguay, que en los gobiernos del Frente Amplio ascendió a 4,8 por ciento del PBI, y ha propuesto una serie de medidas para ahorrar en el Estado pero sin subir impuestos, a contramano de la tesitura del actual gobierno. Habla de un “shock de austeridad”, con el que llegar a ahorrar en poco tiempo 900.000 millones de dólares, sin que ello afecte a políticas sociales, según afirma.

El candidato oficialista, en tanto, no descarta ninguna herramienta para subsanar los problemas de caja de Uruguay, que financia su brecha financiera con deuda. Propone incentivar la innovación, capacitar a 400.000 trabajadores en la “transformación productiva” y fomentar el desarrollo de pequeñas y medianas empresas.

Mientras Lacalle Pou ha calificado de “vergüenza nacional” la política uruguaya de cercanía con Venezuela, Martínez declaró que continuaría “totalmente” con la postura actual del gobierno del Frente Amplio, que evita condenar al régimen de Nicolás Maduro en foros internacionales y tiene una relación muy cercana desde siempre con el chavismo.

El oficialista Frente Amplio llegó por primera vez al gobierno nacional en el año 2005

 

Asimismo, Martínez es un férreo defensor de la “agenda de derechos” que ha desarrollado en estos 15 años, entre los que se incluyen la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana, el matrimonio igualitario o la ley integral para personas trans. Y acusa a los opositores de querer derogarlas.

Lacalle Pou insiste en estar en contra de alguna de estas normativas, pero enfatiza que no derogará ningún derecho adquirido si llega a presidente.

LA SEGURIDAD A LAS URNAS

Además de votar presidente y Parlamento, los uruguayos decidieron este domingo sobre una reforma Constitucional que promovía la creación de una guardia nacional que pondría a 2.000 militares en las calles en tareas de seguridad y que, según los primeros datos a boca de urna, no habría sido aprobada.

Considerado en otra época un oasis de paz en una región turbulenta, Uruguay ha visto degradarse sus estadísticas de seguridad en los últimos años. El país registró un récord de homicidios en 2018 (414), con un alza de 45 por ciento respecto a 2017.

“En Uruguay nunca hay grandes problemas políticos. Pasa que perdieron la brújula (en referencia al Frente Amplio) en el tema educación y de seguridad”, dijo Alberto Yaffe, comerciante de 63 años que votó al liberal Partido Colorado.

“Somos una isla en América del Sur y están tratando por todos los medios de que eso no siga ocurriendo. Se han hecho cosas mal, pero queda mucho por hacer”, opinó por su lado Beatriz Queiruga, jubilada de 62 años que votó al oficialismo.

La votación había comenzado con un emotivo sufragio del presidente saliente Tabaré Vázquez, diagnosticado con cáncer desde agosto. Vázquez dijo al sufragar: “Yo tengo la esperanza y el deseo de poner la banda presidencial al próximo presidente de la República”.

El Frente Amplio llegó por primera vez al gobierno nacional en 2005, rompiendo una hegemonía de los dos partidos fundacionales, el Colorado y el Nacional, que habían gobernado el país desde su nacimiento a la vida independiente en 1828. (AFP y AP)

 

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