Newell´s le preparó la gran fiesta al “10”, que terminó con el regalo de sus dirigidos

ROSARIO
Enviados Especiales

Los últimos días Rosario aceleró su pulso ante la llegada de Diego Armando Maradona. Newell’s lo vivió de una manera especial porque Diego volvía al Parque Independencia luego de mucho tiempo transcurrido. Su arribo a la ciudad fue una verdadera locura, ya que el mismo lunes por la tarde miles de hinchas lo esperaban apostados en la puerta del hotel en el que se hospedó la delegación Tripera.

Sin embargo, la gran nota la dio ayer el Coloso, que preparó una gran fiesta, con varios invitados, un emotivo homenaje y el protagonista esperado: el “10”.

La tarde soleada, de mucho calor, hizo que los hinchas, desde temprano, empezaran a caminar por el Parque a la espera que se abrieran las puertas, dentro de un ámbito muy familiar y en lo que prácticamente una vigilia a las espera de “D10S”.

Ya dos horas antes el Coloso “Marcelo Bielsa” estaba colmado y había clima de fiesta popular, con el negro y el rojo como los colores claramente predominantes.

Pero el punto culminante ocurrió minutos antes de las 19, cuando Diego Maradona entró al campo de juego; y lo hizo caminando mientras chicos de la Octava y Novena leprosa formaban un pasillo, cada uno de ellos sin poder creer que le estaban dando la mano al mejor jugador de la historia argentina.

La gente en las tribunas no se quedó afuera de la ceremonia y explotó al grito de “Diegooo, Diegooo”.

En la mitad del campo, a varios metros, lo esperaba pacientemente Maximiliano Rodríguez para, tras un conmovedor e interminable abrazo, entregarle una cinta de capitán más que especial.

La “Fiera” estaba acompañado por directivos rosarinos que también le entregaron una camiseta enmarcada con el “10” en la espalda y el sobrenombre de su madre, “Tota”, en el dorso.

Seguidamente se descubrió un cuadro que hizo el artista rosarino Andrés Mariani especialmente para Diego. Un óleo sobre lienzo de 120cm. por 120cm con el rostro del zurdo hundido en el negro y rojo característico de la “Lepra”.

También se le entregó un retrato hecho en grafito enmarcado realizado por el caricaturista Heber Daniel Varela.

Pese a esto, sin dudas uno de los momentos más emotivos de la jornada se dio con el reencuentro, con múltiples abrazos, con ex futbolistas como Ricardo Giusti, Roberto Sensini, el “Yaya” Rossi, Fabián Basualdo, Alfredo Berti, Iván Gabrich, Gustavo Raggio, Rodolfo “Chino” Aquino y Roque Alfaro, entre otros.

Una vez finalizada la larga fila para saludar a Diego, el entrenador de Gimnasia tomó un micrófono y le habló a la gente allí presente. Visiblemente emocionado, y con lágrimas en los ojos, Maradona expresó: “Estuve hablando con la gente de Newell’s, algún día nos veremos. Yo no hablo por hablar. No quiero poner calientes a los de en frente. Yo soy leproso y a mí no me compra nadie. Gracias por venir, gracias por el recibimiento, gracias por esto. Gracias por este amor. Mañana cumplo años y lo voy a compartir con ustedes. A todos ustedes los voy a tener grabado en mi memoria. Y a lo mejor algún día vuelvo a esta cancha, para luego iniciar una vuelta por el campo de juego e ir saludando a todos los costados”, expresó.

Al llegar al banco, el “10” se encontró con un trono negro y rojo muy elegante, el cual no dudó en firmar. Desde allí vio el gran partido de los suyos, que le dieron el mejor regalo de cumpleaños anticipado.