“Vamos a reperfilar los precios de la canasta básica de alimentos”

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Mariano Spezzapria

@mnspezzapria

“Lo primero que vamos a reperfilar son los precios de la canasta básica de alimentos”. Con esa frase, que irónicamente aludió al cambio de enfoque que hizo el Gobierno para una parte de la deuda, Alberto Fernández fijó ayer su prioridad en caso de que sea elegido presidente el 27 de octubre. Lo hizo al lanzar el “Plan contra el hambre”, rodeado de miembros de su eventual Gabinete, dirigentes de las organizaciones sociales y de la Iglesia del papa Francisco.

El candidato presidencial del Frente de Todos hizo un llamamiento a “una batalla que tenemos que dar como sociedad” para que la indigencia –el indicador bajo el cual se considera que una persona sufre de hambre- deje de ser una “vergüenza” para el país. Alberto, que dijo haberse inspirado en un libro de Martín Caparrós, agregó: “Olvidémonos de las diferencias y concentrémonos en resolver este problema; no me importa de dónde vengan ni cómo piensan”.

Según explicó el diputado nacional Daniel Arroyo, uno de los mentores del plan “Argentina contra el hambre”, el programa que Alberto se comprometió a poner en marcha desde el 10 de diciembre promoverá “una canasta básica accesible” para las familias, lo cual implicaría bajar el costo de los alimentos; fiscalizar la cadena de producción; diseñar una política nutricional; federalizar el plan de acuerdo a las costumbres locales; y mejorar la infraestructura básica.

Se trata, en rigor, de un plan concentrado –dependerá directamente de la Presidencia de la Nación- que, en las distintas áreas, ya implementaron diversos gobiernos desde la reinstauración de la democracia en 1983, con escaso éxito a juzgar por los abultados indicadores de pobreza e indigencia. El mayor drama se registró en 2001, cuando la pobreza trepó al 57 por ciento de la población y el desempleo al 28 por ciento. En la actualidad, la pobreza llega al 35,4 por ciento y sería peor a fin de año.

Según pudo saber EL DIA en la facultad de Agronomía de la UBA, donde se desarrolló el acto, Arroyo será uno de los responsables del plan y estará acompañado por Santiago Cafiero –a quien se menciona como posible jefe de Gabinete de Alberto- y la dirigente platense Victoria Tolosa Paz. El programa estaría pensado también para contener a las organizaciones sociales: ayer se los vio a Juan Grabois (CTEP), Emilio Pérsico (Movimiento Evita) y Daniel Menéndez (Barrios de Pie).

El predicamento de Grabois preocupa al entorno de Alberto, no sólo porque propone una “reforma agraria” sino por su actitud reacia a encuadrarse con el candidato. El joven líder de la CTEP volvió a reivindicar la movilización callejera, pese a que Fernández pidió a las organizaciones que “dejen las calles” para que no haya enfrentamientos en medio de la campaña electoral. Ayer Grabois apuntó, además, contra “los cuasimonopolios que abarcan a los supermercados”.

En una soleada mañana sobre el campo de Agronomía, tampoco pasó inadvertencia la presencia de autoridades de la Pastoral Social de la Iglesia católica; de la organización cristiana Cáritas y de curas que desempeñan su tarea en villas de emergencia, como el padre Pepe Di Paola. También hubo asistencia sindical y Alberto se encargó especialmente de destacar la contribución de la multinacional Syngenta con el 1 por ciento de su producción de semillas para abastecer el plan.

En la primera fila estuvo además la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto; mientras que entre el público se mezclaron dirigentes como Gustavo Béliz, que parece integrado al equipo de Alberto; el diputado Felipe Solá; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; los intendentes Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown) y Juan Zabaleta (Hurlimgham); el ex ministro de Salud Ginés González García y el senador nacional Fernando Pino Solanas.

 

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