Cambaceres abrochó la segunda victoria al hilo y se convirtió en uno de los escoltas

Con cierto dramatismo le ganó por 2-1 a Deportivo Paraguayo, en Ensenada, con los goles de Matías Reali y Molina, en contra

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Tarde redonda para Cambaceres. A punto de cumplir 98 años de vida (será el próximo sábado), el Rojo pudo darse el lujo de abrochar la segunda victoria consecutiva en el campeonato, esta vez, tras derrotar por 2-1 a Deportivo Paraguayo, y alcanzar así la segunda colocación con 10 puntos (comparte dicha ubicación junto a Atlas y Sportivo Barracas), a solo dos unidades del líder, Liniers.

De a poco, y sin hacer demasiado ruido, el equipo que conduce Jorge Casanueva comienza a levantar vuelo en el torneo. En base a buenos resultados, Cambaceres ya se metió en la pelea, aunque todavía está en deuda con su juego, lo que deberá revisar a la brevedad si es que pretende consolidar su andar ganador en este Apertura, una invitación a la ilusión.

El Rojo, que volverá a jugar el domingo que viene a las 15:30, ante Juventud Unida, en Los Polvorines, se llevó una victoria apretada, pero merecida, pese a que en el final, el arquero Gabriel Ratalini le desvió un penal a Leonel García, lo que hubiese significado la tercera conquista.

Cambaceres jugó un primer tiempo muy bueno. Con movilidad en tres cuartos, recuperación y salida rápida. Matías Reali junto a Matías Samaniego se convirtieron en figuras, y en gran parte del primer capítulo, le generaron un permanente dolor de cabeza a la defensa “guaraní”.

El local supo manejar la pelota y aprovechó los espacios para lastimar. A los 24, un cabezazo de Enzo Caroccia se estrelló en el travesaño, pero sobre los 36, el Rojo pudo gritar el primer gol de la tarde. Asistencia para Matías Reali, el ex Everton se acomodó en la medialuna y sacó un remate esquinado, inatajable para Ratalini.

En la parte complementaria, Paraguayo salió con otra determinación. Se hizo rápido de la pelota, utilizó los laterales para atacar y alcanzó la igualdad a los 9, con un penal anotado por Jurchensen.

El trabajo de Camba cayó en un pozo, y eso permitió que la visita tuviera más tiempo la pelota. Los cambios le vinieron bien al Rojo porque llegaron en el momento que más lo necesitaba.

Si bien le costó reacomodarse en el campo de juego, el equipo siempre fue al frente. A los ponchazos y con cierta desprolijidad, pero sin olvidar su libreto.

Al promediar la etapa (a los 32), un tiro de esquina desde la izquierda le posibilitó al equipo local adelantarse otra vez en el resultado, esta vez, gracias a la desafortunada intervención de Gonzalo Molina, quien despejó en forma defectuosa y terminó por vencer su propio arco.

Paraguayo tuvo el empate a los 41, pero Rodrigo Zalazar le erró literalmente al arco, cuando había quedado solo frente a Alegre. Y sobre el cierre, Leonel García le entregó el penal a Gabriel Ratalini.

 

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