Sharon lo hizo de nuevo: recreó la escena que cambió su vida: “Fue muy difícil lo que pasé después”

Recibió el premio GQ a la “Mujer del Año” y sorprendió al imitar el interrogatorio de “Bajos Instintos” con un discurso empoderado

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Sharon Stone fue la gran protagonista en la entrega de los premios GQ Hombres al recrear, frente a todos los presentes, la mítica escena que la catapultó a la fama internacional en “Bajos instintos”.

A los 61 años la actriz luce espléndida, de hecho, cada dos por tres aparece en los portales del mundo de la farándula gracias a sus atributos físicos.

La intérprete causó sensación el fin de semana en Berlín, Alemania, donde se celebró la gala, y en la que fue galardonada como la “Mujer del Año”.

Tras recibir el premio, pensó algo especial para los invitados.

Pidió una silla y se sentó en el centro del escenario, de frente al colmado recinto donde reinaba la expectativa.

Sin demasiados preámbulos, Stone manifestó que estaba lista para hablar sobre la escena que le cambió su vida: su papel como Catherine Tramell le valió una nominación a un Globo de Oro y el reconocimiento mundial.

Lo que vendría sería un discurso por el que fue ovacionada y en el que, con la excusa de esa escena, se refirió a las decisiones y oportunidades que, tarde o temprano, llegarán.

“Hace algunos años, antes de que se nos permitiera ser quienes somos en nuestros pequeños pueblos, yo estaba sentada en un estudio cuando mi director me dijo: ´¿Me puedes pasar tu ropa interior, porque la estamos viendo en la escena y no debería verse? Pero no veremos nada´. Y yo dije: ´Sí, claro´. No sabía que este momento cambiaría mi vida”, aseguró, en relación al realizador, Paul Verhoeven.

En ese momento, la actriz le pidió al público que la imitara, y continuó: “Lo que me gustaría que hicieran es que pongan los pies en el piso como lo estoy haciendo yo, todos ustedes, y así quiero que se unan a mí en el momento que cambió mi vida. Listo, rodando”.

En ese instante, Stone cruzó las piernas y el público, como ella había pedido, hizo lo mismo: “¿Se sienten empoderados? Puede ser que no. Hagámoslo de nuevo”, bromeó, y volvió a realizar su sensual cruce de piernas que quedó grabado en la retina de muchos.

Lo que llegó después fue una lección motivacional.

“Cada uno de ustedes tendrá un momento como el que tuve yo, un momento que cambiará sus vidas, pueden darse cuenta de que está pasando o puede que no. Pero lo tendrán si es que ya no lo tuvieron y van a ser responsables por él (...) Y la gente les hará preguntas muy difíciles, si aún no se las han hecho. Así que, el momento de decidir quiénes son, es ahora. Y el tiempo en el que tengan que decidir qué van a hacer con la parte más tierna, salvaje, hermosa, apasionada e importante de ustedes mismos, es ahora. ¿Qué van a hacer con ella? Yo les digo qué hice con la mía: yo la respeté”, manifestó y volvió a cruzarse de piernas.

El discurso de Stone siguió y fue seguida con mucha atención: “Y les digo que todos ustedes hagan lo mismo porque todos tenemos el derecho de ser poderosos en cualquier forma de sexualidad que elijamos tener y nadie tiene el derecho de sacarnos ese derecho. Deben presentarse a sí mismos de forma que los respeten de manera gentil y amada”.

En el último tramo se refirió al galardón que recibió.

“Yo estoy aquí como la mujer del año, pero no como un individuo, sino como una mujer que está con y para las mujeres. Estoy aquí con mi gracia, con mi sensibilidad, y con mi dignidad. Y les diré que fue muy difícil lo que pasé después de que yo solo hice esto”: y volvió a cruzar las piernas.

 

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