Lázaro Báez negó haber sido el testaferro de Néstor Kirchner

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El detenido empresario Lázaro Báez sostuvo ayer que fue víctima de supuestas presiones por parte de funcionarios del gobierno de Mauricio Macri para acusar a la ex presidenta Cristina Kirchner y admitir ser testaferro de sus bienes, con el fin de “atacar al modelo de país que imaginó Néstor”.

Lo hizo al prestar declaración indagatoria por primera vez en el juicio por supuesto “lavado de activos” que se le sigue junto a sus cuatro hijos, acusados de maniobras para blanquear unos 60 millones de dólares.

El dueño de “Austral Construcciones” rechazó todas las acusaciones, negó haber sido testaferro del fallecido ex presidente y vinculó los cargos en su contra a una supuesta decisión política del actual gobierno de “perjudicar al peronismo” y al “modelo de país” del kirchnerismo.

Báez aludió a una “encerrona” armada para que se convirtiera en arrepentido con el fin de involucrar a la familia Kirchner.

“Son cuestiones disparatadas las que plantea, pero lo entiendo: quiere distraer con declaraciones altisonantes en vez de explicar las cosas que parecen obvias a los ojos de todos los argentinos, al punto tal que nadie asociado al kirchnerismo ha salido a defender la situación de Báez, ni siquiera el presidente electo (Alberto Fernández)”, replicó el ministro de Justicia Germán Garavano.

Por otra parte, al ex súper ministro de los Kirchner, Julio de Vido, le rechazaron el pedido de excarcelación en la causa de los cuadernos de las coimas.

 

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