Los hijos del ex presidente de Bolivia se exiliaron en la Argentina

Evaliz Morales Alvarado y Alvaro Morales Peredo, llegaron ayer a la tarde al aeropuerto de Ezeiza. Permanecerán en el país.

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Los hijos del renunciado presidente de Bolivia Evo Morales llegaron ayer a las 15.52 a la Argentina procedentes de Lima, adonde arribaron desde La Paz esta madrugada, para permanecer en nuestro país ante la crisis institucional que se vive la nación vecina.

Evaliz Morales Alvarado y Alvaro Morales Peredo viajaron desde La Paz a Lima en el vuelo de Latam 2401 durante la madrugada, y desde Lima viajaron rumbo a Buenos Aires en un vuelo de la misma empresa, el 4M 7901.

En tanto, fuentes de la Cancillería confirmaron que el viernes los hijos de Evo Morales, luego de que fueran autorizados por gobierno boliviano, se acercaron a la embajada argentina en La Paz, Bolivia, donde fueron recibidos por el embajador Normando Álvarez García para consultar si no había inconvenientes para que viajarán a Buenos Aires.

Las fuentes indicaron que los hijos de Evo Morales no tienen ningún tipo de restricción para su arribo al país, ni está previsto tampoco operativo alguno especial y que ingresarán como lo hace cualquier pasajero que llega desde el exterior.

El ministro interino de Gobierno (Interior) de Bolivia, Arturo Murillo, señaló en su cuenta de Twitter que se les había dado a los hijos de Evo Morales todas las seguridades “para salir del país, por instrucciones de la señora presidenta Jeanine Áñez”, y aclaró que cuidan “a la familia” porque “los hijos no responden por los crímenes de los padres”, y que “esta madrugada abordaron un avión de Latam”.

El varón es hijo de la docente rural Marisol Peredo. Nació en el Trópico de Cochabamba en 1995. Un dato interesante es que conoció a su padre a los 11 años, aunque los medios repararon en él recién tres años después, en 2009, cuando protagonizó una resonante entrevista en la que mostró las condiciones de pobreza y miseria en las que vivía y pedía ayuda para un tratamiento especializado para la enfermedad no especificada que padecía su madre.

Alvaro tenía entonces 14 años. Y frente las cámaras suplicó: “yo le pido a mi papá que me ayude, nada más que eso. ... en toda mi vida no le he pedido nada”. Se le veían las lágrimas. Poco después se supo que la relación se recompuso, el joven se recibió como ingeniero civil.

La historia de Evaliz, de profesión abogada, también ha sido complicada. Cuando tenía apenas unos años, la madre Franca Alvarado Pinto, una militante política, denunció al ex presidente con el argumento de que no quería pasarle dinero y se negaba a reconocer la paternidad de la niña. La crisis continuó en la justicia que falló contra Morales obligándole a un pago mensual equivalente a 150 dólares que comenzó a cumplirse en 2002.

 

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