Para Nadal no hay nuevo formato que valga: guió a España a conquistar su sexta Copa Davis de la historia

Rafa Nadal culminó una semana perfecta en la Copa Davis 2019 en la que consiguió ganar todos los partidos que disputó España. El tenista mallorquín, que termina el año como número uno del mundo, se echó el equipo a la espalda y sumó ocho victorias en seis días para ayudar a su país a conquistar la sexta Ensaladera de su historia.

A sus 33 años, Nadal no deja de sorprender con marcas para el recuerdo. En un año en el que consiguió sumar su 12.º Roland Garros y protagonizar una agónica y maratónica final del US Open contra Daniil Medvedev, en el nuevo formato de Copa Davis se superó a sí mismo para sumar ocho victorias en seis días de competición.

El primer día, Nadal disputó el dobles frente a Karen Khachanov, un compromiso que despachó en dos sets. 24 horas después ya comenzó a doblar su presencia sobre la pista al disputar también el dobles frente a Croacia que sufrió por partida doble a Rafa en el duelo individual contra Borna Gojo y también en el dobles, donde hizo pareja con Marcel Granollers.

Con España en cuartos de final, llegó la primera mala noticia para la “Armada” con el fallecimiento del padre de Roberto Bautista. La derrota inicial de su sustituto, Pablo Carreño contra Guido Pella obligó a Nadal a darlo todo sobre la pista de la Caja Mágica, despachando primero a Diego Schwartzman y después uniendo fuerzas de nuevo con Granollers para superar a la dupla de Machi González y Leo Mayer.

Ahí empezaron a llegar aún más problemas para España con las lesiones del propio Carreño y de Marcel Granollers, que les impidieron volver a jugar en lo que quedaba de semana. En las semifinales contra Gran Bretaña, Nadal tuvo que ponerse el “mameluco” de trabajo para derrotar a Daniel Evans y luego jugar al lado de Feliciano López, una nueva pareja en el dobles que derrotó en un durísimo partido a Jamie Murray y Neal Skupski.

Con dos noches consecutivas terminando sus partidos en torno a las 2 de la madrugada (hora de Madrid), Nadal no podía perderse la gran cita en la final y, como número uno, se enfrentó al poderoso Denis Shapovalov (6-3 y 7-6), que también venía de una semana inhumana. Fue su octavo partido en los seis días de actividad frenética en la Caja Mágica. No hubo necesidad de jugar un noveno en el dobles, ya que el consiguió poner el 2-0. Nadal hizo potenciar el retorno de Bautista, que derrotó antes a Félix Auger-Aliassime (7-6 y 6-3) y certificó así la sexta Ensaladera para la Armada en un día en el que el número uno del mundo demostró humanidad sólo cuando se emocionó al escuchar las palabras de su compañero en sus días más complicados tras la pérdida de su padre.