Una matanza que profundiza la crisis de violencia en México
Edición Impresa | 6 de Noviembre de 2019 | 01:23

MÉXICO
Por MARTÍN QUINTANA
EFE
La matanza en el norte de México de 9 miembros de una comunidad mormona, entre ellos 6 niños, exhibe una vez más las flaquezas de seguridad del país y llevó al presidente estadounidense, Donald Trump, a ofrecer una inaudita ayuda militar para acabar con los cárteles.
En otro día negro en un México tristemente habituado a la violencia, se registró una cruel matanza cuando un grupo armado asesinó a nueve miembros de una comunidad mormona, los LeBarón. El suceso también dejó seis menores lesionados y una niña desaparecida, que fue hallada horas después.
La violencia fue tal que, según Claudia Indira Contreras, fiscal del estado de Sonora, se encontraron más de 200 casquillos de bala de distintos calibres.
En imágenes compartidas en redes sociales, se observa un vehículo completamente calcinado, donde se observan presuntos restos humanos todavía humeantes.
UN GRUPO COMANDO
De acuerdo con la cronología oficial de los hechos, varios miembros de la comunidad LeBarón se trasladaban desde un punto cercano al municipio de Bavispe (Sonora) hacia la colonia LeBarón, en la ciudad de Galeana (Chihuahua), cuando en la frontera entre ambos estados padecieron una emboscada de un grupo armado.
Minutos después del suceso, el activista y familiar Julián LeBarón pidió apoyo a la Guardia Nacional y a otras fuerzas de seguridad. No obstante, pasaron varias horas hasta que los primeros militares se trasladaron desde su guarnición de Agua Prieta a la zona, a unos 278 kilómetros de distancia.
Paralelamente, pobladores de la zona se dirigieron al lugar de los hechos para buscar a sobrevivientes de esta comunidad mormona, que es muy poderosa en la región y se dedica a la agricultura, la ganadería y el comercio. Se reforzó la seguridad en la zona y no fue hasta pasada la medianoche que las autoridades establecieron el saldo final de víctimas.
“Nosotros tuvimos conocimiento horas después. Hubo una falla de comunicación”, reconoció la fiscal estatal.
LA INVESTIGACIÓN
Tras 24 horas de la tragedia, continúan muchas incógnitas, aunque el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo, afirmó que hay “avances serios” en la investigación. “El convoy (de la familia LeBarón) pudo haber sido confundido por grupos delictivos que se disputan el control en la región”, afirmó Durazo.
El ministro de Seguridad explicó que en esta región hay una disputa entre “células” del crimen organizado. Una de estas, del lado de Sonora, estaría vinculada al Cártel del Pacífico, mientras que desde Chihuahua habría otros grupos criminales que se disputan la zona, codiciada por el narcotráfico por su cercanía con Estados Unidos. (Ver aparte)
La fiscal estatal fue más cauta y dijo desconocer todavía si la masacre se debió a una “confusión” entre grupos criminales antagónicos, algo en lo que también coincidieron algunos familiares de las víctimas.
Según expresó el experto en seguridad y profesor e investigador en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey Juan Carlos Montero, todo apunta a una “confusión” entre cárteles. De todos modos, recordó que los LeBarón han defendido su territorio y han sido activistas durante años, lo que podría ponerlos en especial peligro teniendo en cuenta que no recibían seguridad.
LA INCÓMODA “AYUDA” DE EE UU
La matanza adquirió una connotación binacional teniendo en cuenta que los LeBarón, originarios de Utah (EE UU), tenían doble nacionalidad y llegaron a México fundando la colonia en el norte de México en 1924.
El presidente estadounidense Donald Trump escribió en Twitter: “Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos, libre la GUERRA a los cárteles de la droga y los borre de la faz de la tierra”.
La oferta de ayuda de Trump para “involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva” tomó por sorpresa al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mientras brindaba una conferencia de prensa.
“Es un asunto que nos toca a nosotros atender. Al Gobierno de México, de manera independiente y haciendo valer su soberanía”, dijo el mandatario mexicano.
López Obrador agradeció “mucho” a Trump y a “cualquier Gobierno extranjero” que quiera “cooperar y ayudar”, pero aseveró que para atender estos casos no ve necesaria “la intervención de un Gobierno extranjero”.
Dos días después del operativo fallido del 17 de octubre contra Ovidio Guzmán, hijo del capo narco Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Culiacán, Donald Trump había expresado su “solidaridad” a López Obrador.
Además, funcionarios de ambas naciones se reunieron para acelerar un programa que permita congelar el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
Según dijo el especialista en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Javier Oliva, este suceso ha llevado a Trump a reaccionar porque refleja que “no hay capacidad en las autoridades mexicanas”.
LA VIOLENCIA EN MÉXICO
La brutal matanza de esta familia refleja la ola de violencia que vive el país. Según cifras oficiales, hubo 25.890 asesinatos entre enero y septiembre, un 2,4% más que en igual periodo del año anterior.
De continuar así, México cerrará 2019 como el año más violento desde que comenzaron los registros, pese a los esfuerzos del Ejecutivo de reforzar la seguridad y cambiar la estrategia, atendiendo, según esgrimen, a las causas del fenómeno.
En este contexto, las masacres se convirtieron en una fatídica realidad nacional. A mediados de octubre, en un intervalo de 24 horas, 13 agentes de la Policía estatal de Michoacán (oeste) murieron en el ataque de un grupo armado, y horas después fallecieron en Guerrero (sur) un soldado y 14 presuntos sicarios.
Dos meses antes, en agosto, una matanza indiscriminada en un bar de Coatzacoalcos, oriental estado de Veracruz, terminó con una treintena de muertos.
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