Cruce de acusaciones por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina

“La cocina de Medicina, en terapia intensiva”. Bajo ese título, y con una serie de videos en los que dan cuenta de un buffet “deteriorado” y una fotocopiadora “vaciada”, la agrupación Remediar (JUP), flamante conducción del Centro de Estudiantes (Cecime) de la Facultad de 120 y 60 denunció a la gestión saliente, Unite (PCR), que el último 11 de diciembre concluyó un mandato de casi 18 años, de los cuales los últimos cinco gobernó en unidad con Vientos de Abajo (Patria Grande).

Las acusaciones se viralizaron en redes sociales y la polémica quedó abierta. Pero estalló cuando desde Remediar se tomó la determinación de bajar la persiana al buffet, mientras Unite exigió “su inmediata apertura para garantizar las necesidades de los alumnos en época de finales” porque “los servicios fueron entregados en óptimas condiciones”.

Para la nueva conducción, habilitarlo “era imposible”, tal como le dijo a este diario la vicepresidenta del Cecime, María Agustina Perrotta, “nos dejaron todos los servicios abandonados, no hay agua caliente; de cuatro hornos industriales, funciona sólo uno; las ollas están desgastados o sucias; hay heladeras que no andan y cerca de la cocina hay un pozo cloacal tapado (ver foto)”, describió.

Perrotta denunció también que en la fotocopiadora “hoy tenemos apenas una notebook y una máquina para impresiones alquilada”.

Según explicó, sólo se venden dentro de la Facultad “productos de kiosco. El buffet no funcionará hasta que no se hagan las refacciones pertinentes en la cocina, como destapar el pozo, disponer de agua caliente, comprar un horno y utensilios”. Para eso, dijo, habrá que esperar hasta el 3 de febrero, fecha en que comenzará el curso de ingreso.

¿Con qué recursos financiarán esa empresa? “Con donaciones de los alumnos; voluntarios del Centro de Estudiantes que comenzaron a organizarse para conseguir elementos de limpieza y pintura; ventas del kiosco y con los 38.000 pesos que nos dejó la anterior conducción en concepto de caja chica”, detalló Perrotta, que tiene 21 años y está en 3º año de la carrera de Medicina. El mismo objetivo recaudatorio perseguirá el torneo de truco que realizarán hoy en esta unidad académica de la Universidad Nacional de La Plata.

Junto a la falta de insumos y el escenario de deterioro denunciado, Remediar sumó otra acusación: “La agrupación Unite declaró ingresos por 22 millones de pesos en 2019, dinero que los estudiantes aportaron con sus compras en el buffet y la fotocopiadora, de los cuales parece que no se invirtió un centavo”.

Distinto fue el diagnóstico que hizo el exvicepresidente del Cecime, Joaquín García, para quien la cuestión se enmarca en “una estrategia política y oportunista de Remediar, que debería encargarse de que los servicios funcionen”.

García, que tiene 25 años y está en 5º de Medicina, admitió que “los ingresos fueron de 22 millones de pesos, pero tuvimos casi el mismo nivel de egresos. Se trabajó al costo, sin ganancias prácticamente, porque los servicios daban pérdidas y la Facultad nunca nos dio ningún tipo de subsidio”. La prioridad, aseguró, fue “reinvertir el dinero en sostener menús y fotocopias a precios accesibles y en el pago a 67 becarios que trabajaban en el buffet y la fotocopiadora por 100 pesos la hora”.

La fuente de ingresos, afirmó el estudiante, “provenía del uso masivo de los servicios por parte de la comunidad de la Facultad, la más grande de la UNLP”. Se sabe, Medicina cuenta entre todas sus carreras con unos 10.000 alumnos.

¿Y sobre las condiciones de insalubridad denunciadas en la cocina? “La mayor crítica fue por un desagüe tapado, que tiene que ver con un sistema de drenaje antiguo en un espacio que forma parte de la UNLP y de cuyo arreglo debería encargarse la misma Facultad”, sostuvo el exvice del Cecime, y reconoció: “Entendemos esto como un problema y en su momento lo planteamos a las autoridades, pero nunca lo resolvieron”.