Con trabajo y talento, puso de rodillas a un gigante
Edición Impresa | 26 de Diciembre de 2019 | 04:33

Rolando Sfeir (*)
*Entrenador de aquel Gimnasia bicampeón
Aquel equipo de 1979 fue una consecuencia del equipo del ´78. Recuerdo que tuvimos que cambiar algunos jugadores e incorporamos nombres de importancia. En aquel momento llegaron González, Mel Daniels (en lugar de Larry Jackson), Norberto Draghi y Ricardo Kunkel, que para nosotros terminó siendo fundamental porque se adaptó muy bien a lo que más o menos quería como entrenador. Además, tuve la suerte de tener dos jugadores de la calidad de Metcalfe y González, que adentro de la cancha eran importantísimos. Teníamos tres americanos, pero la base entre Metcalfe y Jackson era una garantía para que el resto de los compañeros pudieran jugar con tranquilidad y soltura. Se hacía un básquetbol ágil, dinámico y con una defensa muy buena.
Obras era el equipo de Capital y la prensa se mostraba siempre muy a favor de ellos. Pero nosotros, con nuestras armas, con nuestro trabajo y con nuestra humildad, sabíamos que teníamos que ir a jugar allá; y lo hicimos con mucha entereza y con la hidalguía que correspondía a un equipo que tenía ganas de salir campeón. Lo conseguimos ante una especie de preselección argentina que competía en el Metropolitano en una noche increíble.
Realmente me siento tremendamente feliz y orgulloso de haber participado y haber formado parte de una época del básquetbol de Gimnasia que fue de las mejores del Club.
Todavía hay mucha gente que se acuerda que de 7 y 32 no podíamos llegar a Gimnasia. Realmente toda la Ciudad estaba expectante de lo que nosotros hacíamos.
Tuvimos la gran suerte de haber salido campeones y el recibimiento que tuvimos en aquel momento va a quedar en la historia de La Plata y fundamentalmente en la historia del deporte de La Plata.
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