Bicis bien guardadas

La ciudad de Utrecht, en los Países Bajos, acaba de abrir un estacionamiento para bicicletas, con capacidad para guardar más de 12.500 rodados. Está ubicado bajo la estación de trenes, una localización ideal para bajarse de esos vehículos y llegar al andén en cinco minutos.

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La ciudad de Utrecht, en el centro de los Países Bajos, es una de las más amigables con las bicicletas, debido a las continuas innovaciones tecnológicas, infraestructuras y políticas destinadas a priorizar el uso de estos vehículos sobre el de los automóviles y duplicar el tráfico ciclista en 2030, según el ranking de Copenhagenize.

Recientemente ha estrenado la ciudad el mayor estacionamiento de bicicletas del mundo: un recinto reluciente y modernista de concreto, madera y acero, con altas columnas y un amplio espacio, diseñado para aparcar bicicletas y llegar a la plataforma ferroviaria lo más rápido posible, alentando el uso del transporte público y no contaminante y descongestionando la ciudad.

Este estacionamiento para bicicletas tiene tres plantas y se sitúa debajo de la estación central de Utrecht, junto al centro comercial Hoog Catharijne. Una zona que incluye una calle destinada principalmente a los peatones, grandes escaleras elevadas, una plaza donde se encuentran las entradas a ambos edificios y un enorme dosel.

HOGAR ACOGEDOR PARA MILES DE BICICLETAS

En este “aeropuerto” de bicis, los carriles de estacionamiento se bifurcan a partir de ‘ciclovías’ (carriles para bicicletas) para garantizar que unos no se interpongan en el camino de otros ciclistas y de que circulen por el sistema, informa el estudio Ector Hoogstad Architecten, EHA (www.ectorhoogstad.com) autor del diseño.

EHA explica que en esta edificación cuenta con espacio suficiente para que los usuarios puedan montar y desmontar de sus vehículos junto a los ‘carriles bici’, y dispone de rampas con pendiente moderada que conectan las áreas de estacionamiento en diferentes niveles.

Añaden que las paredes están identificadas mediante colores para indicar al usuario las distintas rutas que puede seguir, mientras que una serie de señales electrónicas indican la posición de los espacios libres para estacionar.

Este superaparcamiento también cuenta con instalaciones adicionales, como un taller de reparación de bicicletas y una tienda de alquiler de estos vehículos, en tanto que varios “gerentes de planta” satisfacen las necesidades de los usuarios, según EHA.

“Las escaleras y los túneles crean conexiones directas con la plaza elevada de la superficie, el edificio principal de la terminal y las plataformas”, informa a Efe este estudio de arquitectura.

NUEVA EXPERIENCIA Y ATRACCIÓN URBANA

Destacan los arquitectos, que los huecos de las escaleras están dentro de atrios cubiertos por techos de vidrio, asegurando “una buena orientación espacial y mucha luz natural a los usuarios, que disfrutan de vistas de las plataformas ferroviarias y la terminal de autobuses vecina a través de las grandes ventanas de las paredes exteriores”.

El dosel gigante que se extienden hasta el área de estacionamiento lo sostienen tres columnas de concreto con forma de trompeta que tienen un diámetro de 5 metros a nivel del piso, disminuyendo hasta los 1,2 metros en la parte superior.

“Este edificio agrega una dimensión arquitectónica emocionante y sorprendente a Utrecht. Circular en bicicleta por este garaje se ha convertido en otra parte de la vida cotidiana en la ciudad y casi una atracción por derecho propio”, informa Rianne Pape, asistente de gestión en Hoogstad Architecten.

“A la luz del éxito que tiene la nueva infraestructura de la estación central esperamos tener la oportunidad de hacer más estacionamientos de bicicletas similares en otras ciudades de los Países Bajos, de Europa y del resto del mundo”, concluye Pape.

 

 

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