En dos años, cuatro técnicos, dos interinos y otro que no fue

Vivas, Matosas, Bernardi y Benítez, los entrenadores que desfilaron en los últimos dos torneos. Demasiados cambios en poco tiempo

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En Estudiantes, desde 2002 que no hay un entrenador que pueda estar más de 24 meses al frente del primer equipo. Fue Oscar Craviotto, allá a lo lejos. Desde entonces, la continuidad de los técnicos fue un dolor de cabeza. En los últimos años este problema se hizo mayor y más visible. Y explica, de alguna manera, su mal momento futbolístico.

Con Leandro Benítez fueron cuatro los técnicos que trabajaron en los últimos dos años. A ellos hay que sumarles los interinatos del Chino y el que comenzará mañana Pablo Quatrocchi. Más el ciclo de Lucas Nardi que ni siquiera comenzó.

Hoy el foco está puesto en las últimas dos temporadas, cuando Estudiantes repitió errores y se encontró con otros que no solían pasar ni cerca del Country: malas elecciones de técnicos y refuerzos totalmente fuera de forma y con alarmante falta de jerarquía.

El 12 de junio se fue Nelson Vivas. Tras la increíble eliminación de la Copa Argentina a manos de Pacífico de Mendoza, la dirigencia con Juan Sebastián Verón a la cabeza decidió echarlo, aun con un contrato de renovación arriba de la mesa.

Lo llamativo es que al equipo le quedaban tres partidos por delante y la clasificación a la Libertadores era posible. Asumió en forma interina Leandro Benítez y les ganó, en fila, a Belgrano (2-0), Godoy Cruz (2-0) y Quilmes (1-0). Se metió en la Copa del año siguiente.

Luego asumió Gustavo Matosas, con la chapa de haber sido un técnico exitoso en México pero sin conocimientos del fútbol argentino. El equipo jugaba la Copa Sudamericana con jugadores muy importantes dentro de su plantel, caso Juan Foyth, Santiago Ascacibar, Leandro Desábato, Rodrigo Braña, Israel Damonte, Juan Otero, Fernando Zuqui y Lucas Melano. Fue con su llegada el momento de las 11 incorporaciones, ninguna con el aval del técnico.

El resultado no pudo ser otro: apenas tres partidos en el torneo (una victoria, un empate y una derrota) y cuatro por la copa, con eliminación como local a manos de Nacional de Paraguay. Por el torneo su porcentaje fue de tan solo 44,4%.

Lo que sucedió fue lo menos prolijo. Un día después de la renuncia de Matosas el Club anunció la llegada, en forma interina, de Lucas Nardi. Sus dichos sobre Carlos Bilardo movilizaron a los hinchas, que dos días después hicieron dar marcha atrás a la dirigencia.

Entonces Verón designó a Lucas Bernardi como entrenador del primer equipo. El rosarino debutó con un triunfo por 3 a 0 ante Temperley como visitante el 30 de septiembre de 2017, pero su trabajo estuvo lleno de vaivenes, nunca entró en el corazón de la gente y una sucesión de malos resultados culminaron con su renuncia el 6 de mayo de 2018, luego de caer como local ante Racing. No obstante, de todos los ciclos fue el mejor: 45%.

Los últimos dos partidos del torneo pasado fueron dirigidos por Leandro Benítez, pero como técnico interino: un empate y una derrota. Luego de ganarle a Nacional por la Libertadores fue designado como entrenador oficial, más allá del deseo de la secretaría técnica por contratar a otro profesional. Se habló del chileno Beñat San José. La gente quiso al Chino y la dirigencia escuchó.

Benítez dirigió hasta el domingo 20 partidos por el torneo local. Si a esos se le suman los dos del pasado, el porcentaje es el más bajo de todos: 33,3%.

Desde la salida de Vivas a la fecha Estudiantes jugó 50 partidos por torneo local, con 18 victorias, 12 empates y 20 derrotas. El porcentaje fue del 44% y eso lo depositó en los últimos lugares de la tabla de posiciones, situación que lo condicionará en el futuro cercano. Los números no mienten, futbolísticamente el Pincha cayó demasiado en apenas dos años.

 

44%
El porcentaje cosechado por Estudiantes desde que Nelson Vivas dejó de ser el entrenador, allá por junio de 2017. En ese momento inició un tobogán peligroso que lo obligará a pelear el descenso en el próximo torneo.
139
Puntos tenía Estudiantes cuando arrancó el torneo 2016/17. Esa sumatoria lo colocaba en el cuarto puesto sobre 26 equipos, muy pero muy lejos de los puestos de descenso. Sólo con Boca, San Lorenzo y Racing por delante suyo.
57
Unidades tendrá el Pincha en la próxima tabla de los Promedios. Las últimas dos campañas le están jugando una mala pasada al equipo. De todos modos, todavía quedan 18 puntos en juego y podría subir en caso de una buena racha.

 

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