Recuperar la confianza, primera señal positiva

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Por WALTER EPÍSCOPO

wepiscopo@eldia.com

Cuántas veces pasa que se va un técnico por malos resultados y a la fecha siguiente el equipo gana. “¿Le hicieron la cama al DT?”, es lo primero que se dice. Nada de eso. Más allá de las dudas del periodismo o de los hinchas por que los jugadores son los mismos, pero parecen otros.

Y el Lobo de Ortiz que jugó en Mar del Plata, se pareció al de Troglio que apenas meses atrás llegaba a la final de la Copa Argentina. Más allá de las ideas propias de cada DT, se vio otra vez un equipo con hambre. Con ganas. Convencido. Que mordía en cada sector del campo y parecía por su firmeza defensiva, que no le iban a convertir.

“La cabeza maneja todo”, suele decir Pedro. No hay dudas. Y la actitud puede disimular cualquier falla. “Conmigo el defensor juega de defensor, el cinco de cinco y el nueve de nueve”, dice el Indio. Podés jugar bien o mal, pero la actitud y entrega no se puede negociar, ni con Troglio ni con Ortíz. Así lo piden ambos.

En el fútbol la parte anímica y la confianza son fundamentales. En Gimnasia se había perdido, y cuando le convertían, se acababa el partido. Después de once encuentros al equipo no le convirtieron y eso ya es una señal positiva, como la de haber cortado la racha de seis salidas del Bosque con derrotas.

Hoy el plantel y cuerpo técnico deben agarrarse de cada pequeña señal positiva para mirar con optimismo el futuro inmediato y encarar las cinco finales que le quedan por delante de la mejor manera. Acá no hay fórmulas mágicas, solo trabajo y jugar dejando todo.

 

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