Sauna, un aliado para desintoxicar todo el cuerpo

Se trata de una de las actividades más antiguas que estimula todo el sistema circulatorio y beneficia la piel. Cómo aprovechar al máximo sus beneficios

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Si bien no es la época del año en la que uno se metería al sauna para contrarrestar el frío, este tratamiento no tiene una época específica del año para realizarse si se tienen en cuenta algunas cosas.

Bajar un cambio, relajarse, desconectar...de eso se trata la visita al sauna. Por eso, si se planea una visita al sauna, hay que tomarse tiempo.

Más de uno cree que debe pasar muchísimo tiempo en el sauna para que sea realmente efectivo. Pero no es ese el sentido del sauna. Lo ideal es dejarse guiar por el reloj de arena que hay en él. La idea es no transpirar durante más de 15 minutos.

Mucha gente cree que primero debe transpirar y luego darse una ducha. Pero es el revés: se debe ingresar en la cabina limpio. Es decir, que hay que ducharse antes y después de entrar al sauna.

Casi en todos lados se considera que se entra al sauna desnudo. Incluso las ojotas deben quedar afuera. Pero si uno no se siente cómodo sentándose desnudo con otras personas en un banco, se puede usar una toalla. También conviene tener una toalla de mano para ir secándose la transpiración.

Los saunas deben ser tranquilos. Quien use el sauna para hablar de la próxima cita de negocios o para planear un cumpleaños se ganará las miradas molestas de más de uno. Tampoco hay que sentarse muy pegado a los demás. Al buscar un sitio, mantenga cierta distancia con el de al lado.

Mientras que a la mayoría de las personas les gusta el calorcito del sauna, a muchas les disgusta la idea del enfriamiento posterior. Pero este es decisivo para que el sauna haga efecto. Los vasos sanguíneos se ensanchan con el calor, mientras que se contraen luego con el frío. Esto endurece el cuerpo.

Si se planea una visita al sauna, hay que llevar no sólo toallas sino también una salida de baño. Y es que mientras en la cabina del sauna y las duchas lo normal es andar desnudo, esto no es válido para las zonas de descanso. Aquí lo ideal es usar una salida de baño.

El sauna es ideal para prevenir, pero no cuando se está resfriado. En primer lugar, es una exigencia adicional para el cuerpo. Y en segundo lugar, si se va enfermo al sauna no se hace más que meter bacterias en la cabina y se corre el riesgo de contagiar eventualmente a otros. Tampoco hay que ir con inflamaciones agudas o heridas abiertas. Las personas que sufren del corazón deberían consultar con el médico.

No hay que tomar alcohol en el sauna. Pero sí es importante beber mucha agua. Los expertos recomiendan agua, jugos y tés. También conviene comer liviano, incluso a la noche. (DPA)

Bajar un cambio, desconectarse y relajarse... de eso se trata la visita al sauna

 

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