Entre amenazas, robos y pedidos de seguridad, la tensión sigue en A. Seguí

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“El estado de indefensión a causa de la desidia de los funcionarios, la complicidad policial, las guerras entre bandas y la impunidad con que ‘trabajan’” esos grupos “sume a los vecinos en un estado de confusión tal que nadie entendió que había que levantar la voz para aclarar que no hubo ninguna pueblada sino ajustes de cuentas entre bandas y personas agredidas por su exposición”, comentó un hombre que vive en Arturo Seguí y pidió mantener su identidad bajo reserva, a la luz del estado de violencia permanente que tiene en jaque a la zona desde hace semanas, aunque recrudeció el martes pasado.

Las novedades de las últimas horas tienen que ver con un presunto saqueo que habría sufrido una de las mujeres que convocó a los vecinos a quemar las viviendas de los sindicados “delincuentes” del barrio, quien denunció que tuvo que abandonar su casa bajo amenazas.

Después de eso se la habrían desvalijado.

Vecinos autoconvocados de Arturo Seguí que reclaman desde hace años por el deterioro progresivo de las condiciones de seguridad adjudican todas esas maniobras- los llamados a hacer justicia por mano propia, tanto como las revanchas- a disputas entre grupo de la zona.

“El vecino común no va a ir a quemar la casa de nadie, ni está pensando en armarse. Pedimos seguridad, prevención, presencia policial y compromiso de las autoridades”, aseguró el mismo frentista.

Los vecinos están impulsando un petitorio con los puntos más relevantes de sus reclamos, y ya se reunieron con legisladores bonaerenses. Algunos frentistas fueron ayer a la Municipalidad, pero desde grupos vecinales advierten que ese sector “está queriendo sacar rédito político”.

Lo concreto es que quienes residen en la zona vienen denunciando una creciente ola de robos que adjudican a jóvenes radicados allí, en particular a dos, “Lumpa” y “Ciro”. Al primero le prendieron fuego su casa de 149 entre 417 y 418, después de los graves incidentes que ocurrieron frente a ese domicilio el último martes, en los que un policía recibió un tiro en el pie y la madre del muchacho un piedrazo en la cara, mientras que el otro -Ciro- tiene 12 años. “Son amigos entre sí y muy conocidos por acá”, dijo un hombre, agregando que la madre del menor “ha llegado a publicar cosas robadas en Facebook para que otros vecinos las compren. Es una situación enmarañada”.

 

 

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