Los vecinos que le dicen “no” al paso bajo nivel volvieron a expresar su rechazo
Edición Impresa | 16 de Marzo de 2019 | 02:27
Resistido por un grupo de vecinos y comerciantes tolosanos, y por algunos arquitectos y urbanistas platenses, el paso bajo nivel de 1 y 32 sigue generando acciones de protesta. Después de que el jueves una caravana recorriera la Ciudad para reclamar que den marcha atrás con la obra, ayer hubo una movida vecinal en 2 y 532 para bajarle el pulgar a la intervención urbanística.
Con carteles en los que se leía “no al paso bajo nivel en 1 y 32” y “déjennos elegir”, los manifestantes volvieron a plantear sus cuestionamientos a la obra, presentada oficialmente hace ya casi tres años como la solución para evitar embotellamientos en torno a los cruces ferroviarios por la llegada de los trenes eléctricos.
La mayoría de quienes se manifestaron ayer en 2 y 532 defienden el ingreso del tren soterrado a la estación de 1 y 44. Sostienen que semejante obra no sólo es viable, sino que “jerarquizaría y agregaría valor a una zona muy importante de la Ciudad”.
En reiteradas oportunidades, quienes rechazan el paso bajo a nivel, delinearon sus reparos: sostienen que borrará una gran superficie verde y 75 frondosos árboles de la rambla de 32; consolidará la entrada del tren a nivel y se construirá una barrera arquitectónica que dividirá la Ciudad de manera terminal; y representará la virtual muerte del centro comercial de calle 2 en Tolosa, “que pasará a tener cuasi nula conectividad”, remarcan.
El proyecto, con un costo de 323 millones de pesos, apunta a liberar el tránsito vehicular de la zona a mediados de este año. La obra fue adjudicada a una unión de empresas encabezada por Eleprint.
El paso bajo nivel hará que ambas manos de la avenida 32 pasen soterradas, por separado, bajo las vías y la avenida 1. Además, se abrirá un “retorno” en 4 y 32 para compensar la desaparición del actual cruce por calle 2.
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