A los golpes despertaron a una familia en Abasto: robaron dinero y toda la electrónica

Los ataron con precintos, golpearon al dueño de casa y a uno de los hijos. "Repetían que tenían media hora porque era el tiempo que la zona estaba liberada", contó la dueña de casa. También ingresaron en el local pegado a la vivienda, donde funciona una panadería

Lo que se dice una verdadera madrugada de terror fue la que vivió una familia de comerciantes de la localidad de Abasto, cuando esta madrugada fueron sorprendidos por delincuentes mientras descansaban.

Gustavo Guadarrama, su esposa Mabel y sus dos hijos estaban durmiendo en la vivienda ubicada en 520 y 208 cuando alrededor de las 4hs. de la mañana al dueño de casa lo despertaron apuntándole con un arma y "como con un láser", le contó Mabel a eldia.com, todavía conmocionada por lo que habían vivido.

Eran cuatro delincuentes, armados, que rápidamente redujeron a Guadarrama, lo maniataron "con precintos que ajustaron de una forma que por poco lo lastiman" y lo golpearon "estando en el piso, boca abajo y sin poder mover manos ni piernas".

Los dos hijos estaban en la planta alta, a quienes hicieron bajar por la fuerza y al menor, también estando en el piso, le pegaron una patada.

Los asaltantes, que se mostraron violentos en todo momento y repetían que "tenían media hora porque era el tiempo que la zona iba a estar liberada", ingresaron tras forzar una reja y abrir una ventana ubicada en la parte trasera de la propiedad.

"Menos el TV, que no sé si no se lo llevaron porque no pudieron, se llevaron todo lo de electrónica: la PlayStation, teléfonos celulares, netbook y dinero que había en la panadería que tenemos y que funciona en el local de al lado", enumeró Mabel.

Precisamente después de revisar y revolver la vivienda "pidiendo plata y plata" los llevaron al local, de donde se llevaron unos $60.000 que era para pagar una cuota de un juicio laboral y la computadora que grababa lo que las cámaras de seguridad del comercio y la casa registraban.

"Ellos decían que alguien nos vendió, pero no lo sé", agregó Mabel. La pesadilla duró cerca de una hora, hasta que los delincuentes, con el suculento botín, decidieron escapar.

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