“4x4”: no sólo el ladrón está sin salida y desesperado

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Por ALEJANDRO CASTAÑEDA

afcastab@gmail.com

4X4, de Mariano Cohn.- Tiene dos partes bien diferenciadas: el comienzo, con un ladrón que se metió en una 4x4 de última generación para robar, pero que después no puede salir. La camioneta está absolutamente blindada. Es insonora y tiene vidrios polarizados. El tipo se desespera, aunque es un encerrado más en un paisaje poblado de perros, miedo, alarmas y rejas. Está lastimado, tiene sed y hambre. Hasta que escucha la voz del dueño, un médico varias veces robado, que adopta el viejo remedio de hacer justicia por mano propia.

Ese fragmento está bien resuelto –buen trabajo de Peter Lanzani- , aunque se alarga más de la cuenta. Llegará el dueño, hablarán mano a mano y saldrán a la calle tras un sangriento trámite poco verosímil.

Y empieza la segunda parte, en plena calle, una secuencia discursiva que verbaliza lo que se había entrevisto desde las ventanillas de la 4X4. Y allí Cohn, como ocurrió con “El Hombre de al Lado” y con “El Ciudadano Ilustre”, apela a un discurso polémico y moralizador para mostrarnos las infinitas posiciones a la que nos obliga a asumir una inseguridad que no da tregua, que sigue intocable por encima del garantismo y la mano dura y que cada día se manifiesta más diversa y cruel.

El film busca exponer en la plena calle las contradicciones de un debate que incluye a todos y que refleja una actualidad difícil de resolver y de entender.

Y es todo un desafío. Porque hasta ahora el cine nacional no se había animado a plantear con crudeza este asunto (aunque “Relatos salvajes” nos invitaba a tomar posición frente a una violencia que inundaba todo).

“¿Qué hacemos?”, pregunta el dueño de la camioneta. Y la gente le responde recorriendo todos los matices.

A Cohn le gusta inquietar a sus personajes, oscurecerlos y obligarlos a transitar por caminos impensados. Es un cine desafiante, polémico y de buena factura. Al final, con más escepticismo que esperanza, sobrevuela como esa ave de rapiña una pregunta más abarcativa y más actual: ¿todos estamos encerrados y nadie encuentra ni salvación ni salida?

*** BUENA

 

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