Relatos en tensión

El escritor salteño radicado en Shangai elabora un cuerpo narrativo a partir de distintas historias con vasos comunicantes

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Los personajes del cuento que da título al libro de Salvador Marinaro, “Una tristeza decente”, transitan el momento anterior a la tormenta, cuando su vida cotidiana parece desmoronarse: en ese instante de transformación, se descubre la ferocidad del mundo que los rodea.

Los diez cuentos que componen el libro desmenuzan las relaciones íntimas y familiares, como solo en los pueblos y pequeñas ciudades puede darse: a través de las miradas de los otros, los rumores y lo dicho al pasar sin inmutarse.

“Creo que nunca voy a entender del todo cuál es la relación entre escribir y hacer un libro -asegura Marinaro-. Siento que son dos actividades que se tocan, pero no sabría decir cómo ni cuándo. Desde que empecé el primer relato, “La Marilín”, que acompaña el baile de una trans en pleno carnaval, y terminé el más reciente, “La obra de Mastroverdi”, que reflexiona sobre los modos de ser autor, pasaron cinco años. Sin embargo al momento de juntarlos había algunos ejes muy claros, un conjunto de tensiones que se movían de la misma forma: la gran ciudad contra el interior, la familia que se descompone ante la violencia, la vida en el barrio de provincias, la mirada de los otros acechando. El libro surgió a partir de fragmentos, de imágenes sueltas que se repetían. Cuando me tocó compilarlos, me di cuenta de que todos los personajes de algún modo se mentían a sí mismos, escondían un dolor profundo para mantener las apariencias. Así surgió el título y es el eje que conecta los diez cuentos”.

Marinaro (Salta, 1988) es investigador y periodista; trabajó como docente en la Universidad del Salvador y en la UNLP. Actualmente reside en Shanghái, donde cursa un doctorado.

“Lo que más me interesa es la transición, el empobrecimiento, que es la historia de la clase media en el interior”

 

“Lo que más me interesa es la transición, el empobrecimiento, que es la historia de la clase media en el interior -dice el autor-. En uno de los cuentos, un personaje que se llama Marta decide llevar a sus hijos de shopping para que se olviden “por un momento” del divorcio que atraviesan como familia. Su marido los ha echado de la casa y los chicos son una especie de refugiados que duermen en los sillones de la abuela. El cuento es la narración de algo que empieza mal y termina pésimo, atravesado por el intento casi obsesivo de la madre de llevarse una postal de familia feliz, aunque eso implique quemar todos sus recursos. El movimiento de la clase media a la pobreza se vive como una tragedia, sobre todo en las ciudades pequeñas, donde los vecinos se miran entre ellos por la ventana. Creo que hay varios cuentos que exploran la misma temática: personajes que siguen viviendo un mundo al que ya no pertenecen”.

 

UNA TRISTEZA DECENTE
SALVADOR MARINARO
Editorial: Nudista
Páginas: 120
Precio: $ 390

 

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